En Pontevedra, donde la princesa Leonor está cursando su instrucción en la Escuela Naval, las noches de fiesta en discotecas han generado una creciente indignación entre los jóvenes locales. Aunque Leonor ha querido disfrutar de su tiempo libre como cualquier otra joven, las estrictas medidas de seguridad impuestas por sus escoltas han provocado situaciones incómodas para el resto de los asistentes, según ha afirmado El Nacional. Se ha reportado que, cuando Leonor acude a una discoteca, los guardaespaldas no solo vigilan de cerca cada uno de sus movimientos, sino que también toman medidas excesivas para garantizar su privacidad.
Entre las más polémicas, destaca la revisión constante de los teléfonos móviles de los demás jóvenes presentes, a quienes se les pide eliminar fotos que puedan haber tomado dentro del local, incluso si la princesa no aparece en ellas. Esta medida ha generado malestar, ya que muchos consideran que viola su privacidad y su derecho a disfrutar de su noche sin interferencias. Algunos asistentes han expresado que se sienten invadidos al tener que mostrar sus dispositivos personales, generando tensión en estos espacios de ocio.
Pero eso no es todo. En algunas ocasiones, se ha prohibido a las jóvenes entrar a los baños cuando Leonor está dentro, creando situaciones de incomodidad y frustración. Estas medidas, que buscan proteger a la princesa de situaciones comprometedoras, han llevado a que muchos jóvenes se sientan desplazados y molestos por las restricciones que no solo limitan su libertad, sino que también les impiden disfrutar plenamente de la fiesta.
Polémicas anteriores
Este tipo de situaciones no es nuevo para Leonor. En Zaragoza, donde cursó parte de su formación en la Academia Militar, también se vivieron momentos tensos con los demás estudiantes, quienes se vieron afectados por la misma dinámica de seguridad. En Pontevedra, sin embargo, las medidas parecen haberse intensificado, lo que ha llevado a varios jóvenes a quejarse formalmente en algunos locales de ocio por lo que consideran un comportamiento excesivo de los guardaespaldas.
La presencia de Leonor en estos espacios genera, inevitablemente, una gran expectación, pero la forma en que se gestiona su seguridad ha desatado una ola de críticas por parte de quienes coinciden con ella en las discotecas. Aunque es comprensible que la futura reina de España cuente con un protocolo de seguridad riguroso, muchos creen que debe haber un equilibrio que no afecte negativamente a los demás jóvenes que solo buscan disfrutar de una noche de diversión.