La vida de Iñaki Urdangarin ha experimentado giros inesperados en los últimos años. Tras su separación de la infanta Cristina y su posterior divorcio, el exduque de Palma ha optado por mantener un perfil bajo, alejado de los focos mediáticos. Sin embargo, recientes informaciones indican que su situación económica podría ser más holgada de lo que se pensaba, permitiéndole rechazar ofertas laborales sustanciales.
Rechaza ofertas millonarias
Según diversas fuentes, Iñaki Urdangarin habría declinado al menos dos ofertas de trabajo con salarios que rondaban los 100.000 euros anuales. Estas propuestas, provenientes de sectores como la consultoría y la gestión deportiva, no habrían sido suficientes para convencer al exjugador de balonmano de regresar al ámbito laboral. Esta decisión ha generado especulaciones sobre sus fuentes de ingresos actuales y su estilo de vida.
Desde su salida de prisión y el inicio de su relación con Ainhoa Armentia, Urdangarin ha sido visto disfrutando de viajes y experiencias de lujo. La pareja ha sido fotografiada en destinos exclusivos, alojándose en hoteles de alta gama y frecuentando restaurantes de renombre. Este estilo de vida contrasta con la ausencia de una actividad laboral conocida por parte del exduque, lo que ha alimentado las dudas sobre cómo financia estos gastos.

La callada por respuesta
Aunque Iñaki Urdangarin ha mantenido un silencio mediático desde su separación, fuentes cercanas a su entorno han revelado detalles sobre su situación económica. Se ha mencionado que, tras el divorcio, habría recibido una indemnización muy elevada, además de una pensión mensual vitalicia. Estas compensaciones, sumadas a posibles acuerdos privados, podrían explicar su capacidad para rechazar ofertas laborales y mantener un estilo de vida acomodado.
Por su parte, la infanta Cristina ha optado por mantenerse al margen de estas especulaciones, centrando su atención en sus responsabilidades profesionales y familiares.
Sin embargo, la opinión pública se muestra dividida. Mientras algunos consideran que Urdangarin tiene derecho a rehacer su vida tras cumplir su condena, otros cuestionan la procedencia de sus ingresos y la ética de su actual estilo de vida.

En las redes sociales, las reacciones no se han hecho esperar. Usuarios expresan desde comprensión hasta indignación, reflejando la polarización que este tema genera en la sociedad española. Mientras tanto, Iñaki Urdangarin continúa disfrutando de su nueva etapa, alejado de las responsabilidades laborales y centrado en vivir muy bien.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿hasta cuándo podrá mantener este estilo de vida sin una fuente de ingresos estable? El tiempo dirá si el exduque decide reincorporarse al mundo laboral o si continuará disfrutando de su actual situación económica. ¿Y todo esto quién lo paga?