El funeral del Papa Francisco, celebrado el pasado 26 de abril en la Plaza de San Pedro, reunió a líderes de todo el mundo en una ceremonia marcada por la solemnidad y el simbolismo. Sin embargo, la presencia de la reina Letizia no pasó desapercibida, generando tanto elogios como críticas por su comportamiento durante el acto.
Va a su aire
La reina Letizia asistió al funeral siguiendo estrictamente el protocolo de luto: lució un vestido negro de manga larga, una mantilla de encaje y un broche histórico perteneciente a las joyas de pasar de la reina Victoria Eugenia de Battenberg.
A pesar de su conocida postura agnóstica, Letizia mostró respeto durante la ceremonia. Sin embargo, su decisión de no realizar la señal de la cruz ni participar en las oraciones habituales del rito católico fue interpretada por algunos como un signo de distanciamiento respecto a la Iglesia Católica.

Además, el uso de gafas de sol por parte de los reyes durante la ceremonia generó comentarios en redes sociales. No obstante, desde el Vaticano se había informado a las delegaciones sobre la posibilidad de utilizarlas debido a las condiciones climáticas y la disposición de las sillas.
La Casa Real puntualiza
Ante las críticas, la Casa Real emitió una puntualización aclarando que el uso de gafas de sol estaba permitido y recomendado por el Vaticano debido a las condiciones climáticas.
Por otro lado, la prensa italiana elogió la sobriedad y elegancia de la reina Letizia, destacando su atuendo y comportamiento durante la ceremonia.
En contraste, la periodista Pilar Eyre recordó que, aunque Letizia es agnóstica, en ocasiones anteriores mostró gestos de respeto hacia el Papa Francisco, como inclinarse y besarle la mano. No obstante también se ha filtrado algo que conoció el Papa antes de morir y que no le gustó. Y afecta a Letizia. El sumo pontífice descubrió que la reina española, antes de estar casada con Felipe, había abortado. Y no le hizo ni pizca de gracia.

La asistencia de los reyes al funeral del Papa Francisco ha reavivado el debate sobre la relación entre la monarquía española y la Iglesia Católica. Mientras algunos critican la actitud de la reina Letizia, otros destacan su respeto y cumplimiento del protocolo. La Casa Real ha respondido a las críticas con puntualizaciones, pero el debate sobre el papel de la monarquía en actos religiosos continúa.
¿Será este episodio un punto de inflexión en la relación entre la monarquía española y la Iglesia Católica? Solo el tiempo lo dirá.