El funeral del papa Francisco, celebrado el pasado 26 de abril en la Plaza de San Pedro del Vaticano, reunió a más de 200.000 personas y a 130 delegaciones oficiales, incluyendo 50 jefes de Estado y 10 monarcas. Entre ellos, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, encabezaron la representación española en este acto solemne.
Un gesto inesperado tras el funeral
Tras la ceremonia, mientras Felipe VI se dirigía a Sevilla para presidir la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Real Madrid, Letizia solicitó una modificación en el itinerario del avión oficial para hacer una escala en Gales. Allí, la reina pasó el fin de semana con su hija menor, la infanta Sofía, quien recientemente cumplió 18 años y cursa el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College.
Este cambio en la agenda real ha llamado la atención, ya que no es habitual que los reyes pasen fines de semana separados - o al menos eso se dice de forma oficial - especialmente tras un evento de tal magnitud. Además, Letizia ha vaciado su agenda oficial los viernes y lunes, lo que ha generado especulaciones sobre su implicación en las actividades institucionales.

Reacciones
La decisión de Letizia ha sido interpretada por algunos medios como un reflejo de las tensiones dentro de la Casa Real. El periodista Martín Bianchi comentó en la Cadena SER que "en la familia real sobra lo de 'familia' y también lo de 'real'", aludiendo a la falta de unidad en la institución.
Por otro lado, la presencia de Felipe VI en la final de la Copa del Rey no estuvo exenta de controversia. Durante el evento, la afición del FC Barcelona protagonizó una sonora pitada al himno de España en presencia del monarca, reflejando las tensiones políticas entre sectores del independentismo catalán y la monarquía española.
El gesto de Letizia de modificar su agenda para visitar a la infanta Sofía en Gales, mientras Felipe VI cumplía con sus compromisos oficiales en España, ha generado diversas interpretaciones sobre la dinámica actual de la Casa Real.

En un momento en que la institución busca proyectar una imagen de unidad y cercanía con la ciudadanía, estos movimientos individuales podrían ser percibidos como señales de distanciamiento interno.
¿Estamos ante una nueva etapa en la que los miembros de la familia real adoptan agendas más independientes? ¿Va Letizia por libre y ya ni se esfuerza en disimular?