El rey Felipe VI parece estar tomando medidas contundentes contra su sobrina, Victoria Federica de Marichalar, tras una serie de polémicas relacionadas con su comportamiento público y su nueva carrera como influencer. Fuentes cercanas a Zarzuela aseguraban a El Nacional que Felipe VI, cansado de las actitudes problemáticas de Victoria Federica, estaría planeando vetar su entrada a la residencia real, una decisión que podría tensar aún más la relación con la infanta Elena, madre de Victoria.
La joven, conocida por sus fiestas y apariciones mediáticas, ha protagonizado varios episodios que no han sido bien vistos por el rey ni la reina Letizia, quienes consideran que su conducta pone en riesgo la reputación de la familia real. En particular, se han quejado de las visitas sin previo aviso de Victoria Federica a la Zarzuela, donde a menudo se refugia en la casa de su abuela, la reina Sofía, tras noches de fiesta. Allí mismo residen habitualmente también sus primos, Irene y Miguel Urdangarin.
Felipe VI y Letizia, que han intentado mantenerse alejados de este tipo de escándalos, habrían discutido con la infanta Elena sobre la necesidad de que su hija modere su comportamiento o, en su defecto, deje de utilizar la Zarzuela como su refugio personal. El rey considera que la joven debería centrarse en su vida profesional fuera de los focos que generan estos problemas, sugiriéndole en varias ocasiones trasladarse al extranjero, como lo hizo su hermano Froilán, quien se mudó a Abu Dabi.
Siguen los enfados entre los Borbones
Las tensiones dentro de la familia Borbón no son nuevas, pero este episodio pone de relieve el difícil equilibrio que Felipe VI intenta mantener entre la imagen pública de la monarquía y la vida privada de sus familiares. Aunque Victoria Federica ha intentado abrirse camino como figura pública, participando en entrevistas y proyectos televisivos, la monarquía siempre ha mostrado su desaprobación ante este tipo de exposiciones mediáticas. El veto a su entrada en la Zarzuela sería un mensaje claro de que los excesos de su vida social no serán tolerados en la residencia real.
En definitiva, la jugada que prepara Felipe VI podría marcar un antes y un después en la relación entre el monarca y su sobrina, generando un mayor distanciamiento con la rama Marichalar de la familia, que ya ha protagonizado varios escándalos en el pasado. La decisión del rey busca preservar la dignidad y la seguridad de Zarzuela, evitando que su imagen se vea afectada por comportamientos que considera inapropiados para la familia real.