La Casa Real española vuelve a estar en el ojo del huracán debido a una reciente disputa entre el rey Felipe VI y su padre, el rey emérito Juan Carlos I. La controversia surge a raíz de la decisión de Juan Carlos I de interponer una demanda por injurias contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, lo que ha generado tensiones palpables en el seno de la familia real.
Discrepancias familiares
Según informaciones recientes, Juan Carlos I ha presentado una querella contra Miguel Ángel Revilla, reclamando una indemnización de 50.000 euros por supuestas declaraciones difamatorias realizadas por el político cántabro en diversos medios de comunicación entre 2022 y 2025. Esta acción legal ha tomado por sorpresa a muchos, ya que es inusual que un exmonarca emprenda acciones legales de este tipo.
La decisión de Juan Carlos I no ha sido bien recibida por su hijo, el rey Felipe VI. Fuentes cercanas a la Casa Real indican que Felipe VI intentó disuadir a su padre de proceder con la demanda, preocupado por las posibles repercusiones negativas para la imagen de la monarquía. Esta preocupación se materializó en una conversación telefónica de aproximadamente 20 minutos entre ambos, que, según se informa, culminó en un intercambio acalorado y terminó abruptamente.
Reacciones de la sociedad española tras la demanda
La decisión de Juan Carlos I de demandar a Revilla ha generado diversas reacciones en el ámbito político y mediático. Miguel Ángel Revilla ha calificado la demanda de "injusta y mezquina", defendiendo que sus declaraciones reflejan un sentir ampliamente compartido por la sociedad. Por otro lado, la periodista Esther Palomera ha criticado duramente al rey emérito, señalando que la mala reputación que tiene es consecuencia de sus propias acciones y decisiones pasadas.
Problemas de imagen en la Casa Real
Este episodio se suma a una serie de controversias que han rodeado a la Casa Real en los últimos tiempos, incluyendo la aparición de imágenes de la princesa Leonor en bikini y las críticas al rey Felipe VI por su reciente aparición pública con signos de quemaduras solares tras una jornada de esquí.
La relación entre Juan Carlos I y Felipe VI ha sido objeto de atención mediática en varias ocasiones. Aunque se ha informado que mantienen comunicaciones regulares, este reciente desacuerdo pone de manifiesto las tensiones existentes dentro de la familia real, especialmente en lo que respecta a la gestión de la imagen pública y las decisiones legales que puedan afectar a la institución monárquica.