El verano es una época ideal para desconectar de la rutina que atiza al mundo cotidiano y dedicar más tiempo a los seres queridos. Con el alargue de los días, las semanas de más calor del año son momentos perfectos para compartir experiencias juntos. Por ello, muchas familias unidas acostumbran a irse de vacaciones para disfrutar de los lugares y de ellos mismos.
La Familia Real no ha sido menos y este verano nos ha dejado unas imágenes en la isla de Palma. Allí, las mujeres de la familia, Sofía de Grecia, la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía fueron cazadas yendo de tiendas. Sin embargo, los otros planes que tenían las más jóvenes separaron rápidamente sus caminos.
La soledad de Sofía de Grecia
La Reina Sofía se quedó sola rápidamente en un verano que será recordado como uno de los peores hasta la fecha. Con la multitud de problemas familiares que acechan a la Casa Real,Marivent podía ser un sitio para encontrar la paz. Sin embargo, la diferencia entre otros veranos azotó a Sofía de Grecia con la dura soledad.
Cualquier persona que pasó por el palacio lo hizo con mucha brevedad y prisa. Por lo menos, la Reina viajó a París donde dejó imágenes virales con muchos de los deportistas españoles. No obstante, su soledad le ha pasado factura y el personal ha alertado de un problema que tiene la madre de Felipe VI.
El estado de salud de la Reina
En el entorno de la Casa Real hay una preocupación colectiva sobre el estado de salud de Sofía de Grecia. Por lo que parece, el calor del verano no le ha sentado demasiado bien. Además, tuvo que ser hospitalizada por una infección de orina.
Sin embargo, un problema mayor es el que ha detectado el personal de servicio de la Reina. Y es que en muchos momentos, la mujer sufre pérdidas y lagunas en su memoria que pueden afectarle en su día a día. Sus hijos se han preocupado por ella, pero son conscientes de que pueden ser algunos efectos de la edad.
Las pérdidas de memoria, un síntoma muy habitual cuando uno se hace mayor
El proceso que está teniendo la Reina Sofía es habitual a cualquier otro ser humano que se hace mayor. A medida que uno envejece, las pérdidas de memoria se vuelven comunes afectando a todos los recuerdos. Este hecho puede preocupar en exceso, pero es muy natural entre las personas de tercera edad.
Además, cabe destacar que no todas las pérdidas de memoria son síntomas de enfermedades graves. De hecho, en muchas ocasiones los despistes no son más que un desgaste de la capacidad cognitiva. Como se puede ver en esta situación, a todo el mundo le afecta el paso del tiempo incluso siendo una de las personas más importantes de España.