El Real Madrid vive días convulsos a raíz de los roces continuos de Vinicius Júnior con sus compañeros y con el cuerpo técnico. El brasileño, que entró en la segunda parte ante el Leganés y acabó viendo la tarjeta amarilla por protestar, protagonizó una escena inédita.
Cuando Luka Modric, de 39 años, cruzó todo el campo para tapar al lateral derecho rival ante la total pasividad del joven atacante. El croata, nada dado a exabruptos, se quejó abiertamente de la desidia defensiva de Vinicius, a quien incluso Ancelotti había reprendido minutos antes por su reiterada confrontación con el árbitro.
Tensión tras el encuentro
El episodio final llegó en el vestuario visitante de Butarque. Tras el pitido final, abandonó las instalaciones sin dirigirse a ningún compañero, un gesto que no ha pasado desapercibido para el resto de la plantilla. Este comportamiento se suma a otros encontronazos recientes.
![Vinicius en una acción del partido frente al Leganés Vinicius en una acción del partido frente al Leganés](/filesedc/uploads/image/post/vinicius-leganes_1200_800.webp)
En Cornellà, el brasileño reprochó a Dani Ceballos y a Fran García que no le dieran más balones, mientras la ofensiva del equipo se cargaba por la banda de Rodrygo. Todo ello ha ido generando un clima de incomodidad que se evidenció tras el partido frente al Leganés.
Según explican fuentes internas, el rendimiento de Vinicius se ha visto seriamente afectado desde el 28 de octubre. Cuando el Balón de Oro que se rumoreaba que él recibiría terminó en manos de Rodrigo Hernández.
El club blanco había preparado una gran expedición con más de 50 personas para acompañar al brasileño a la gala en París. Pero la derrota en el premio supuso la cancelación del viaje y, de paso, un duro golpe anímico para el jugador.
Una bajada de rendimiento notable
Antes de ese momento, Vinicius había firmado 9 goles y 11 asistencias en 15 partidos. Pero tras el 28 de octubre apenas suma 7 goles —cinco de ellos ante rivales como Osasuna o Salzburgo— y 2 asistencias en 11 encuentros.
En Liga no ve puerta desde el 9 de noviembre, y en 2025 solamente ha marcado en dos de los nueve partidos disputados. Esta sequía afecta a su juego y, sobre todo, a su actitud en el campo, donde a menudo se le ve ofuscado y más pendiente de protestar que de generar ocasiones.
Mientras tanto, las estadísticas señalan a Rodrygo Goes y a Kylian Mbappé como las verdaderas referencias ofensivas del equipo. Rodrygo ha marcado 10 tantos y repartido 6 asistencias en los últimos 14 partidos; Mbappé, por su parte, acumula 13 goles en el mismo intervalo. La explosión de ambos coincide con el bajón de Vinicius, poniendo en duda su papel en el once titular.
Además de las discrepancias tácticas, muchos ven en Vinicius un problema de actitud. Ancelotti y los pesos pesados del vestuario han intentado convencerlo de que reduzca su tensión en el campo, pero el brasileño parece hacer oídos sordos.
A su vez, el jugador se siente desprotegido por la falta de respuesta contundente ante los incidentes racistas que sufre en algunos estadios españoles, algo que él mismo ha denunciado. El club, sin embargo, considera que sus declaraciones señalando a España como un país racista son incómodas y pueden empeorar su imagen.
Con un vestuario cada vez más distante y un entrenador que ya lo ha reprendido en público y en privado, el futuro de Vinicius en el Real Madrid se torna incierto. La paciencia de algunos compañeros y de gran parte de la afición parece agotada. Y el episodio de Butarque podría ser el síntoma definitivo de una relación cuyo punto de no retorno ya ha sido rebasado.