Ahora ya sí; empieza lo bueno. En la noche de este viernes 26 de julio se llevará a cabo la tradicional ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos y dará comienzo, de forma oficial, la competición. Si bien es cierto que algunos deportes ya han celebrado sus primeras jornadas, es a partir del sábado 27 cuando arranca el verdadero show.
Y en total serán 384 deportistas españoles los que batallen por colgarse del cuello la prestigiosa medalla olímpica, sólo reservada para unos pocos escogidos. Y una de las primeras candidatas a lograrla será Mireia Benito, una ciclista que mañana mismo ya disputa la final de la contrarreloj femenina; también participará en la carrera de ruta junto a Mavi García. El sprint es su especialidad y, de hecho, es la campeona en esta disciplina en España.
Pero, más allá de su talento sobre la bici, el perfil de Mireia Benito es interesante por otros factores. El primero, por su vertiente de 'influencer' en redes sociales. Y el segundo, por la curiosa historia que le llevó a ser ciclista profesional, cuando lo que realmente le apasionaba a la catalana era el baloncesto.
Mireia Benito, una deportista diferente
La ciclista tarraconense es una persona transparente y abierta, fiel a sus seguidores, que comparte en sus redes sociales prácticamente todo lo que hace. Tanto a nivel personal como a nivel deportivo. Cuida mucho sus perfiles y publica contenido de calidad.
Pero, más allá de eso, lo que destaca de su perfil es su gran capacidad estudiosa. Mireia Benito ha obtenido el título de biotecnología, al que ha podido sumar dos másteres: uno en biología molecular y biomedicina y otro en profesorado. Y, aun así, ha podido combinar esta vida universitaria con la profesional deportiva; y eso tiene mucho mérito.
A sus 27 años, ha pasado apenas siete de ellos montada encima de la bicicleta. Su gran sueño era el de convertirse en jugadora de baloncesto profesional, pero el destino le llevó a donde está ahora. Una lesión en la rodilla lo cambió todo; así se lo contó ella misma al MARCA:
"Tenía condropatía rotuliana. Es una lesión común en el baloncesto. No trabajaba bien los cuádriceps y la musculatura que rodeaba la rodilla, así que el médico me dijo que el ciclismo me vendría muy bien. Al principio no me gustaba nada y salía refunfuñando. Mi pareja competía en un equipo no profesional y salía a menudo, así que al final, al ver que iba mejorando, me iba motivando. El equipo de baloncesto tuvo que cerrar y todo se redireccionó a la bici".