El Girona FC está preparando una segunda oferta para fichar a Javi Guerra, centrocampista del Valencia CF, en caso de que se concrete la salida de Artem Dovbyk al Atlético de Madrid por 40 millones de euros. Este movimiento estratégico responde a la intención de Míchel, entrenador del Girona, de encontrar un sustituto adecuado para Aleix Garcia y el valencianista encaja perfectamente en ese perfil.
Javi Guerra ha sido una pieza clave en el Valencia durante las dos últimas temporadas. Con su capacidad para manejar el centro del campo, su visión de juego y su habilidad para recuperar balones, Guerra ha demostrado ser un jugador completo. Sus estadísticas en la última temporada reflejan su impacto en el equipo: 36 partidos, 4 goles, 1 asistencia y un papel crucial en la transición ofensiva del Valencia. Su habilidad para cubrir tanto las funciones defensivas como ofensivas lo convierte en un candidato ideal para reforzar el centro del campo del Girona.
La primera oferta del Girona, que rondaba los 15 millones de euros, fue rechazada por el propietario del Valencia, Peter Lim. Sin embargo, la venta de Dovbyk proporcionaría al Girona los fondos necesarios para aumentar su propuesta y tentar al Valencia a liberar al talentoso mediocampista. Esta segunda oferta sería considerablemente más alta, reflejando la seriedad del Girona en su intento de asegurar a Guerra.
La necesidad de vender
El director deportivo del Girona, Quique Cárcel, ha manifestado públicamente su admiración por Javi Guerra, calificándolo como un "jugador total". Esta apreciación no es casual, ya que Guerra posee todas las cualidades que Míchel busca en un mediocampista: inteligencia táctica, resistencia física y capacidad para influir en ambos extremos del campo.
Y, lo más importante de todo, es un joven talento que no ha hecho más que dar sus primeros pasos y que tiene una proyección tremenda. Con 21 años ya se ha convertido en un futbolista trascendental en la historia reciente del Valencia. Sus goles a finales de la campaña 2022/23 ayudaron a los che a librarse del temido descenso.
El Valencia, por su parte, se encuentra en una encrucijada. La necesidad de reducir su masa salarial y la situación financiera del club podrían forzar a Peter Lim a reconsiderar su posición inicial. Además, el deseo del jugador de unirse a un proyecto ambicioso como el del Girona podría influir en las negociaciones.
No sería la primera vez que el mandatario singapurense acepta vender a la estrella del Valencia a cambio de poder embolsarse amplias cantidades de dinero. Lo que es evidente es que el equipo blanquinegre deberá vender a algún futbolista de amplia entidad este verano; todo apuntaba a que sería Giorgi Mamardashvili, pero ahora Javi Guerra se ha sumado a la causa.