Inexplicable lo que ha hecho Kylian. El atacante del Real Madrid ha acometido una gravísima entrada contra Antonio Blanco y ha visto la cartulina roja directa. Muy clara. Irrefutable. Esta acción del '9' merengue ha dejado anonadados a todos, pues no es habitual este comportamiento en un delantero de su categoría.
Pegó con la planta de la bota en la zona de la tibia del centrocampista del Glorioso, canterano del Real Madrid. Y ya no sólo la altura. La agresividad con la que ha propiciado esa patada ha sido muy contundente. Como si hubiera ido a darle. Y a hacerle daño. Sorprende que, de primeras, Soto Grado no lo hubiera apercibido y haya tenido que chequear el VAR.

Eso sí, apenas ha durado tres segundos en el monitor, pues no hay lugar a ninguna duda. La reacción de Davide Ancelotti desde el banquillo y de Carlo Ancelotti desde la grada, acompañado de un cigarrillo electrónico, lo decían todo.
Sea como sea, la realidad es que Kylian Mbappé ha dejado a su equipo con un jugador menos con esa irresponsable decisión. Y ahora al Real Madrid le tocará remar a contracorriente. Ya no solo para salvaguardar su distancia en Mendizorroza toda la segunda mitad, sino también para los dos próximos partidos, en los que Ancelotti no podrá contar con su referencia ofensiva.
"Se le ha ido la cabeza"
Tan clara y merecida ha sido la expulsión que, fíjense, hasta en el madridismo asumen que está bien arbitrado. Por ejemplo, el periodista Ramón Álvarez de Mon ha publicado un tuit en el que así lo muestra. "Se le ha ido la cabeza a Mbappé", reconoce. Eso sí, otros muchos, pese a no negar la evidencia de la roja, se limitan a recordar la acción de hace varios meses en el duelo frente al Espanyol.
En aquella ocasión, Carlos Romero acometió una segada a una altura similar precisamente a Kylian que fue castigada con solo amarilla. Eso sí, ni por asomo la agresividad de una y otra son comparables. Como dice Ramón, hoy al francés se le ha ido completamente la cabeza.
Hay que recordar que el duelo frente al Alavés es de cierta trascendencia para el Real Madrid en su persecución al Barça en LaLiga. Necesitan ganar sí o sí para mantener la distancia con los culés en cuatro puntos. Si no lo hacen, media liga ya será de los de Hansi Flick. Además, lo de hoy era una buena oportunidad para adquirir la confianza suficiente para poder plantear la épica del miércoles en Champions. Pero nada más lejos de la realidad.