Si los más jóvenes tuvieran que citar un futbolista chileno que ha tenido un mínimo éxito en nuestra Liga, muchos, o seguramente la gran mayoría, mencionarían a Alexis Sánchez. Y es normal; el exjugador del Barça dejó una gran huella en su aventura en la Ciudad Condal, anotando 46 goles y repartiendo 37 asistencias en los tres años en los que vistió de azulgrana. En este tiempo además, pudo ganar una Liga, una Copa, un Mundial de Clubes y dos Supercopas de España.
Es, sin duda, el ejemplo perfecto de un chileno triunfador en suelo español. Pero, no obstante, no es el único. Unos años antes, a principios de los 90, otro chileno tuvo un papel incluso más destacado. Se trata de Iván Zamorano.
Tras haber probado suertes en Italia y en Suiza, el Sevilla apostó por él en 1990; y allí, en el Sánchez-Pizjuán, empezó a demostrar a los aficionados españoles de qué era capaz. Anotó 23 goles en los 64 partidos que disputó como hispalense hasta 1992. Y aquel año, el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, decidió invertir 3,5 millones de euros por hacerse con sus servicios; y la apuesta le salió destacablemente bien.
Iván Zamorano, pichichi blanco
En los cuatro años en los que estuvo en la capital, Iván Zamorano se estableció como una de las grandes referencias ofensivas del club blanco. Fueron, nada más y nada menos, que 101 goles en 173 partidos. De hecho, fue el Pichichi en la temporada 1994/95, lo que ayudó al Real Madrid a conquistar una nueva Liga tras cinco años de sequía.
Esa misma temporada, de hecho, coincidió en la línea atacante con un joven que acabaría convirtiéndose en leyenda absoluta del club, Raúl. Con 17 años, el mítico 7' del Real Madrid se estrenó con el primer equipo un 29 de octubre. Lo hizo como titular en La Romareda y ya no volvió a ausentarse de ninguna convocatoria de Jorge Valdano.
Iván Zamorano y Raúl jugaron juntos un total de 4.504 minutos en el Real Madrid (repartidos en 64 duelos) antes de que el chileno se marchara en verano del 1996. En todo este tiempo, se retroalimentaron en 12 ocasiones, con 7 goles anotados por Zamorano a pase de Raúl y 5 a la inversa.
Antes de colgar las botas en el 2003, el ariete latinoamericano jugó en Inter, Club América y Colo-Colo. Después de colgar las botas, Iván Zamorano pasó a formar parte más de la actualidad de la prensa rosa chilena que del fútbol e incluso se sumergió en algunos problemas económicos de los que, afortunadamente, pudo salir. Se ha mudado recientemente a Madrid después de haber vivido los últimos ocho años en Miami; lo ha hecho porque una de sus hijas estudiará en la capital y otro quiere ser futbolista en Europa.