El FC Barcelona no oculta su prioridad de reforzar el lateral derecho de cara al próximo mercado de verano si las circunstancias económicas acompañan. La necesidad de encontrar un sustituto de garantías para Jules Koundé, único jugador en el que Hans-Dieter Flick confía plenamente en esa demarcación, es un quebradero de cabeza para Joan Laporta y Deco. A esto se suma la compleja inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, que, de momento, retiene la hoja de ruta del Barça. Pese a ello, se mantiene la atención en el mercado, donde ha emergido un nombre que hace no mucho era considerado de los mejores del planeta en su posición y que, según El Nacional, podría estar en la lista de la entidad catalana: Reece James.
El lateral inglés del Chelsea, de 25 años, ha ido perdiendo la vitola de imprescindible en Stamford Bridge debido, sobre todo, a su calvario de lesiones. Y es que en el último año y medio ha sufrido reiterados problemas musculares, además de una cirugía, que le han impedido disputar 59 partidos en este intérvalo. Así se explica que en el presente curso de la Premier League apenas haya jugado 4 encuentros, sumando 241 minutos, antes de caer nuevamente por una molestia en el muslo. Ahora ya está recuperado y veremos si logra arrebatarle el puesto a Axel Disasi en los esquemas de Enzo Maresca.
Reece James, un lateral muy cotizado… pero con historial de lesiones
Los números de Reece James desde que llegó al primer equipo ‘blue’ en 2019 muestran la dualidad de su trayectoria. Por un lado, sus estadísticas totales reflejan 162 partidos, 11 goles y 22 asistencias, con un rendimiento notable que lo llevó a ser un fijo en la selección inglesa. Por el otro, las lesiones han mermado su continuidad y su progresión, pasando de tener un valor de mercado cercano a los 70 millones de euros (en noviembre de 2022) a 30 millones en la actualidad. El Chelsea, harto de ver cómo las recaídas se encadenan, ya no lo considera incalculable y escucha ofertas de alrededor de 30 millones de euros.
La hipotética llegada de James solucionaría uno de los mayores problemas de Flick, que no termina de ver a Héctor Fort como opción de largo recorrido, por el que busca una cesión para que gane experiencia. Sin embargo, en el Camp Nou saben que apostar por el internacional inglés implica cierto riesgo. Su nivel es innegable, pues combina gran potencia física con un excelente despliegue técnico, tal como demostró en el Chelsea campeón de Europa en 2021. Pero la falta de continuidad y el temor a nuevas lesiones pesan sobre cualquier club interesado.
El trueque que propone el Chelsea: Fermín como moneda de cambio
Ante esta situación, Todd Boehly, propietario del conjunto londinense, busca fórmulas para realizar operaciones beneficiosas tanto en lo deportivo como en lo económico. Aunque en un principio se hablaba de recuperar al menos parte de la gran inversión realizada en su momento, la realidad es que el Chelsea ha abierto la puerta a una venta por 30 millones o incluso a un intercambio que le permita reforzar otras zonas del campo. Ahí es donde surge el nombre de Fermín López, tal y como indicaba la fuente anteriormente mencionada.
El mediapunta español, formado en La Masía, ha llamado la atención en la actual temporada. Aunque Flick le ha dado oportunidades de manera intermitente, Fermín ya acumula 17 encuentros en lo que va de curso (repartidos entre LaLiga, la Copa del Rey y la Champions), con 1 gol y 2 asistencias en un total de 672 minutos. Su habilidad para aparecer entre líneas y su desparpajo ofensivo encajan con el perfil que busca Enzo Maresca, actual entrenador del Chelsea, convencido de que el canterano culé podría adaptarse a la Premier League.
Para el Barça, la idea de incorporar a Reece James cuenta con puntos a favor: su trayectoria en la élite, su versatilidad (puede actuar de lateral, defensa central o incluso de interior derecho) y su experiencia en partidos de máxima exigencia. Sin embargo, la negativa de los azulgranas a desprenderse de Fermín es rotunda. Ven al andaluz como uno de los talentos con mayor progresión de los últimos años, un futbolista que podría ofrecer mucho en el presente y, sobre todo, en el futuro. Además, perder a un canterano prometedor a cambio de un jugador que, a pesar de su calidad, genera dudas físicas, no convence a la dirección deportiva ni a la afición.