La Selección femenina de fútbol no levanta cabeza. Cuando sale de una crisis entra en otra. El pasado viernes 1 de diciembre, la entrenadora Montse Tomé, volvió a meterse en un berenjenal tras empezar la segunda parte con una jugadora menos, lo que provocó el gol de las italianas y la derrota. No obstante, las españolas lograron clasificarse y estarán presentes en la final four. Con el 2-3 se pone fin a una racha de ocho victorias consecutivas y se hace de la peor manera posible: haciendo el ridículo.
Recordemos que las jugadoras de Montse Tomé se fueron al descanso ganando, gracias al gol que había marcado Athenea del Castillo. La situación cambió cuando las italianas marcaron tres goles en menos de veinte minutos. El primero, antes de llegar al minuto 46. ¿Qué pasó? España saltó al césped con diez jugadoras, pues la goleadora y Aitana Bonmatí se habían quedado en el vestuario. Al campo entró Lucía Garcia y Esther González, pero esta última lo hizo cuando la portera ya había recibido el gol en contra.
Un error intolerable que no se puede permitir que ocurra en el fútbol profesional. Si en el fútbol amateur ya es un bochorno, peor en el fútbol de élite. Lo peor es que la entrenadora desató otra polémica y culpó a Aitana Bonmatí de lo sucedido: "En el descanso hicimos el cambio de Athenea por Lucía y luego cuando íbamos a entrar en la segunda parte Aitana nos avisa con poco tiempo de que no puede continuar. Por eso no tenemos tiempo para que Esther pueda calentar y entrar en el partido, por eso iniciamos con una jugadora menos". Unas palabras que fueron desmentidas por la mejora jugadora del mundo.
"Pedí el cambio porque no me encontraba bien", aclaró Aitana. "Tras todas las informaciones y noticias surgidas sobre la situación de ayer y viendo la publicación de algunas noticias que no se ciñen a los hechos acontecidos quería esclarecer lo que sucedió", añadió.
¿Por qué la árbitro permitió a España saltar al césped sin ser once jugadoras?
Lo permite la Regla 8 de la Asociación Internacional de Fútbol (IFAB) lo permite. Las condiciones para que el balón se ponga en juego son: en primer lugar, que todas las jugadoras, excepto la que ejecute el saque, deben encontrarse en su propia mitad del terreno de juego; y, en segundo lugar, que las adversarias del equipo que efectúe el saque deberán encontrarse como mínimo a 9.15 metros del balón hasta que entre en juego; en tercer lugar, que el balón se sitúe en el punto central y no se podrá golpear con el pie hasta que el árbitro así lo indique; y, en último lugar, que la árbitra dará la señal; y que el balón entrará en juego en el momento en que lo golpee con el pie el jugador que haya efectuado el saque y se mueva con claridad. No hay incumplimiento.