Después de su más que notable temporada en el filial del Osasuna, el jugador espanyolista Max Svensson ha vuelto a los entrenamientos con el Espanyol. El futbolista de origen sueco despuntó en su cesión a Primera Federación, donde anotó 9 goles con el conjunto pamplonés. Ahora, en sus primeros días de pretemporada en la ciudad deportiva Dani Jarque, ha dejado maravillado al técnico Manolo González.
El hispano-sueco, de tan solo 22 años, ha hecho dudar al entrenador perico, quién en un principio no iba a contar con él de cara al regreso a primera división. Sus prestaciones en estas primeras rutinas de entrenamiento, pero, han dejado maravillado al entrenador perico, quién ve en él un gran potencial. Svensson ya sabe lo que es jugar en primera división, y es que su gran rendimiento con el filial del Osasuna le hizo debutar en el primer equipo ante el Mallorca.
El de Barcelona debutó con el RCD Espanyol el año 2021, en un partido de Copa del Rey. Max ha compaginado diferentes partidos con el filial perico con cesiones a equipos como el Deportivo de la Coruña o el ya mencionado Osasuna Promesas. Ahora, con contrato vigente hasta 2025, el catalán quiere hacerse con la confianza del cuerpo técnico blanquiazul.
Después de la salida de jugadores claves en el ascenso como Martin Braithwaite, Nico Melamed o Keita Balde, la línea ofensiva perica está en horas bajas. En un principio, el técnico de Folgoso no tenía en sus planes al jugador de origen sueco, pero solo ha necesitado 4 entrenamientos para darse cuenta de la calidad del atacante. A él se la unen Omar Sadik y Gastón Valles, jugadores jóvenes que también han gustado al preparador.
Su disparo como gran arma
La posición natural de Max Svensson podría decirse que es la de delantero centro, aunque su versatilidad y polivalencia le hace un jugador más que hábil para jugar en las alas. Su capacidad para armar el disparo con ambas piernas le hace un jugador muy atractivo que puede jugar tanto en la banda izquierda como derecha. Además, en el filial rojillo ha demostrado su punto más fuerte: el disparo.
Su capacidad de profundizar en el juego convence al cuadro perico. Y con una línea ofensiva en horas bajas, su incorporación con el primer equipo podría ser un "fichaje lowcost". Este impacto en los entrenamientos, pero, no es algo que haya sorprendido al director deportivo Fran Garagarza. El club ya era conocedor de las facultades del futbolista, y por eso repescó al jugador, abonando los 75.000 euros de cláusula para finalizar su cesión.
Con los primeros amistosos a la vuelta de la esquina, Max está más que preparado para demostrar de que es capaz. El próximo 27 de julio podremos verle en el primer partido de pretemporada ante el Girona F.C. Seguidamente, el conjunto perico jugará dos partidos seguidos en la ciudad deportiva Dani Jarque, ante el Huesca y el Toulouse francés.