Mamardashvili y Vinicius

Mamardashvili vuelve a hundir a Vinicius: Ahora por una deuda no pagada

El triunfo del Valencia en el Bernabéu dejó varias anécdotas

El Valencia ha vivido una temporada cargada de altibajos, sufriendo para mantenerse lejos del descenso, pero con momentos brillantes ante grandes rivales. Uno de esos momentos, precisamente, se ha vivido recientemente ante el Real Madrid, en un encuentro que volvió a enfrentar al arquero Giorgi Mamardashvili con el brasileño Vinicius Jr. en un duelo que ya se está convirtiendo en clásico por su intensidad.

El conjunto valencianista llegaba al Santiago Bernabéu con la intención de romper una nefasta racha histórica. Desde el año 2008, el Valencia no conseguía imponerse en el estadio madridista. La situación era delicada, pues aunque el equipo había mostrado señales de mejora bajo la dirección técnica de Carlos Corberán, seguía en posiciones peligrosas de la tabla, haciendo cada partido una auténtica final.

Mamardashvili parándole el penalti a Vinicius
Mamardashvili parándole el penalti a Vinicius | VCF

Mamardashvili, quien está viviendo una temporada irregular con errores puntuales que le han costado críticas duras, ha recuperado confianza en uno de los escenarios más exigentes. El portero georgiano es conocido por su personalidad dentro y fuera del campo, y precisamente ante el Real Madrid  volvió a demostrar que su carácter fuerte es clave para levantarse tras momentos difíciles.

Mamardashvili, héroe absoluto

El partido ante el Madrid comenzó con una oportunidad de oro para los blancos, tras una falta cometida dentro del área en el minuto 12. Vinicius Jr. asumió la responsabilidad desde los once metros, pero Mamardashvili le leyó perfectamente el disparo, rechazando con autoridad y manteniendo el marcador en cero.

Ese penalti no solo marcó el devenir del encuentro, sino que además reveló una anécdota poco común entre jugadores rivales. Tras el partido, Mamardashvili sorprendió a los periodistas al desvelar en zona mixta que se había apostado 50 euros con Vinicius a que le pararía el penalti. El guardameta ganó la apuesta, aunque confesó entre risas que el delantero brasileño aún no le ha pagado la deuda.

"Tuve una conversación con Vinicius y le gané 50 euros. Le pregunté si quería apostar y me dijo que sí. Se lo paré y gané", explicó Mamardashvili, entre risas, pero sin ocultar su satisfacción por la parada que terminó siendo crucial para los intereses del Valencia.

Más allá de la curiosidad, Mamardashvili también fue decisivo en otras intervenciones, especialmente en el segundo tiempo, con paradas clave ante Valverde y Rüdiger que mantuvieron vivo al Valencia. Finalmente, un gol tardío de Hugo Duro selló un histórico triunfo por 1-2, vital en las aspiraciones del equipo ché.

La reivindicación personal de Mamardashvili

La temporada del portero georgiano ha estado marcada por la irregularidad, algo que él mismo ha reconocido públicamente. Sin embargo, nunca ha dejado de contar con el respaldo de Corberán y la confianza de sus compañeros, que lo ven como un líder natural pese a su juventud.

"Todos tenemos días malos, pero siempre quiero demostrar quién soy yo", afirmó Mamardashvili tras el encuentro. "Estoy feliz, contento, y tengo que seguir en esta línea. Hemos ganado a un gran equipo", añadió, destacando también la gran personalidad y solidez que mostró el equipo pese a las bajas importantes.

Giorgi Mamardashvili, portero del Valencia
Giorgi Mamardashvili, portero del Valencia | VCF

La victoria no solo rompió una mala racha histórica, sino que además consolida al Valencia en su lucha por mantenerse en Primera División, reafirmando la necesidad de competir con intensidad, carácter y personalidad, valores que el propio Mamardashvili considera esenciales para salir de la zona peligrosa de la clasificación.

Con su futuro cerrado en el Liverpool para la próxima temporada, Mamardashvili sigue dejando huella en el Valencia, protagonizando duelos inolvidables y alguna deuda pendiente con estrellas rivales como Vinicius Jr., que tendrán que esperar otro encuentro para intentar saldar cuentas.