La temporada avanza hacia su desenlace y para algunos equipos el último tramo sirve más para examinar sensaciones que para sumar puntos cruciales. En ese escenario llegaba el Real Madrid al Sánchez-Pizjuán, sin objetivos clasificatorios pendientes pero con la responsabilidad de cerrar el curso con buenas sensaciones. Lo que se esperaba era un partido sencillo para los blancos, pero el desarrollo sobre el césped volvió a dejar dudas en torno a la capacidad ofensiva de los de Ancelotti, especialmente ante un Sevilla que jugó en clara inferioridad.
Un partido marcado por las expulsiones y la falta de pegada blanca
El encuentro arrancó con un ritmo inesperadamente tenso. El Sevilla sufrió la primera expulsión en apenas el minuto 12, cuando Loïc Badé vio la tarjeta roja directa. A partir de ese momento, el Real Madrid dispuso de una superioridad numérica abrumadora durante más de una hora y cuarto. La lógica invitaba a pensar en una avalancha blanca sobre la portería sevillista, pero la realidad fue muy distinta: el equipo de Carlo Ancelotti se topó una y otra vez con una defensa organizada y un bloque bajo que resistió los ataques, mostrando la versión más inofensiva del Madrid.
La situación se agravó para los locales con una segunda expulsión, la de Isaac Romero, en el minuto 48. Desde entonces, los madridistas tuvieron el control absoluto del balón, pero la incapacidad para generar peligro real comenzó a encender las alarmas tanto en la afición como en los analistas más mediáticos.

La desesperación de Tomás Roncero: El termómetro del madridismo
Entre los muchos ojos que seguían el partido estaba Tomás Roncero, periodista de AS y una de las voces más reconocidas (y viscerales) del madridismo en redes sociales. A través de su cuenta de Twitter, Roncero fue un reflejo del sentir general: incredulidad y frustración por lo que estaba presenciando.
Antes de que el marcador se abriera, Roncero publicaba un mensaje claro: “Si el Madrid no es capaz de comerse a un Sevilla con nueve en el campo es para enfadarse de forma colérica”. Era el minuto 75 y el gol seguía sin llegar. La sensación de impotencia se apoderaba de la grada y, por supuesto, de quienes analizaban el encuentro desde casa.
Minutos después, y con el Madrid aún sin perforar la meta de Nyland, el periodista insistía: “Ni contra nueve. Esto es una pesadilla”. Ambos mensajes se viralizaron al instante, sumando decenas de miles de visualizaciones y posicionando a Roncero como portavoz de la desesperación blanca.
Un Real Madrid con problemas ofensivos pese a la superioridad
Las críticas de Roncero no eran gratuitas. El Real Madrid acumuló posesión, rondó el área y sumó centros al área pequeña, pero la falta de dinamismo y de alternativas en la línea ofensiva fue notoria. Vinicius y Rodrygo, dos de los nombres habituales en ataque, seguían sin estar disponibles, lo que obligó a confiar de nuevo en Mbappé, convertido en el único referente ofensivo fiable en este tramo final de LaLiga.
Fue precisamente el francés quien desatascó la situación en el minuto 75, rompiendo la resistencia del Sevilla y poniendo en ventaja a los suyos. El tanto no evitó que la imagen mostrada durante más de una hora de partido siga siendo motivo de debate entre los aficionados. Jude Bellingham, que volvió a aparecer en los minutos finales, sentenció con el 2-0 en el 87, maquillando un resultado que no refleja la dificultad real que vivió el conjunto madridista.