La marcha de Kylian Mbappé ha despertado en Nasser Al-Khelaïfi el 'modo caprichoso'. El jeque catarí está dispuesto a desembolsar un enorme monto de dinero para hallar a la nueva estrella del PSG. Quiere a un jugador que pueda consagrarse como el líder del proyecto y llevar a los parisinos a levantar la Champions League de una vez por todas.
Y el principal deseo no es otro que Lamine Yamal. Ya trascendió hace unas semanas que la entidad capitalina francesa había propuesto al Barça cerca de 200 millones de euros para llevárselo. El propio Joan Laporta lo confirmó en una entrevista en la que aseguró haber rechazado rotundamente esta oferta, por muy suculenta que se antojara.
El PSG, pues, sabe que va a ser complicado incorporar este verano a Lamine Yamal. Sin negociación no hay fichaje, pues su cláusula es de 1.000 'kilos'. Y la negativa del Barça es más que evidente, por lo que el jeque ya ha asumido que, de momento, no podrá ser.
Planes a corto/medio plazo
Sin embargo, el portal Madrid-Barcelona garantiza que Al-Khelaïfi ya tiene pensado el plan para convencer a club y jugador de llegar a un acuerdo. Ante la casi ilimitada cantidad de dinero que dispone el fondo catarí, el jeque ofrecería un cheque en blanco a Lamine Yamal y otro al Barça para poder ficharle. Lo que tiene claro es que, sea como sea, cocinará bien el acuerdo y lo conseguirá en los próximos años a base de chequera.
Veremos si Lamine Yamal y Barça acaban sucumbiendo a la suculenta oferta económica del PSG o no. La realidad es que el atacante, ahora concentrado con la Selección, tiene contrato hasta 2026 y, de momento, no ha mostrado interés alguna en abandonar la entidad culé. Todo lo contrario, ha aceptado de buen agrado el rol que se le ha otorgado, el de ser el líder del nuevo proyecto.
A sus 16 años, Lamine Yamal ya se ha convertido en el futbolista más diferencial del plantel azulgrana. Es titular indiscutible en los esquemas del Barça; lo fue con Xavi, su descubridor, y lo será también con Hansi Flick. Lo que ocurra en el futuro es un misterio, pero, de momento, está comprometido con la causa culé.
En el recién terminado curso disputó un total de 50 partidos con la carcasa del Barça. En ellos, pudo obtener un saldo de 7 goles y 11 asistencias, siendo trascendental en el último tercio del ataque. Eléctrico, veloz, desacomplejado y con un desparpajo abismal, el talento de Lamine Yamal ya le ha convertido en el gran ídolo de la afición.