La eliminación del FC Barcelona en semifinales de la Champions League ha sacudido el proyecto deportivo de Hansi Flick, pero también ha dejado en evidencia que no todos en la plantilla están conectados con el objetivo colectivo. Uno de los nombres que más ha sonado en los despachos del Camp Nou en las últimas semanas es el de Ronald Araújo.
El central uruguayo, considerado durante mucho tiempo un pilar en la zaga azulgrana, protagonizó una actuación más que cuestionada ante el Inter de Milán. Entró desde el banquillo en la segunda parte, con el Barça empatando una eliminatoria épica, y terminó desdibujado en las dos jugadas clave que sellaron el pase del conjunto italiano.
Un historial europeo marcado por errores
No es la primera vez que Araújo se ve involucrado en episodios dolorosos para el club en Europa. La temporada pasada, ante el PSG, fue expulsado de forma temprana en el partido de vuelta, cuando el Barça contaba con una ventaja que parecía decisiva. Aquel error marcó la debacle que siguió. En lugar de redimirse esta temporada, ha vuelto a caer en los momentos clave, lo que ha encendido todas las alarmas.
Lo más preocupante, sin embargo, ha sido su actitud. En las declaraciones posteriores al partido contra el Inter, el defensa evitó asumir responsabilidad directa y sugirió que otros también habían fallado. Ese discurso, interpretado por muchos como una falta de autocrítica, ha sentado muy mal en el vestuario.
Un adiós aplazado desde enero
Las dudas no son nuevas. En el mercado de invierno, Araújo ya intentó salir con destino a la Juventus. Fue la lesión de Iñigo Martínez en la Supercopa lo que obligó a frenar la operación. En aquel momento, el club y el cuerpo técnico le pidieron que se quedara. Incluso firmó una renovación hasta 2031.
Según fuentes del club, Deco le prometió entonces que, si en verano seguía queriendo irse, no le pondrían trabas. Ahora, con Cubarsí consolidado, Eric García recuperando confianza y Christensen con un rol más definido, el técnico Hansi Flick no considera a Araújo intocable. Incluso se han iniciado contactos con el entorno de Jonathan Tah, central del Bayer Leverkusen, como posible refuerzo.
El nombre del que todos sospechan
La sensación en los pasillos del Camp Nou es que Araújo lo tiene decidido. Y aunque públicamente mantiene la compostura, internamente ya ha comunicado sus intenciones. No quiere pasar otro año en un equipo donde sabe que será suplente habitual, y cree que su ciclo ha terminado. Lo que faltaba por confirmar es su destino… hasta ahora.
El gran giro de este relato se produce al conocerse que el Bayern de Múnich está tras sus pasos. El club bávaro ya ha mostrado su interés de forma oficial y estaría dispuesto a abonar los 65 millones de su cláusula. El gigante alemán ve en Araújo el central perfecto para sustituir a Matthijs de Ligt, que apunta a la Premier.