Los éxitos de los equipos no suceden por arte de magia. Hay muchos factores que explican que una plantilla sea capaz de explotar su talento y obtener resultados lujosos. Porque, a veces, muchas, no basta con disponer de grandes nombres en el vestuario. Es fundamental, prácticamente neurálgico, que se forme una cohesión entre todos los integrantes de un plantel. Sin eso, es complicado que las cosas salgan bien.
Y en el Barça, un equipo repleto de chavales jóvenes y desacomplejados, el buen rollo sobra. Incluso también con los más veteranos. Y eso, a la postre, se acaba notando. El de Hansi Flick no es un elenco especialmente ostentoso en cuanto a nombres, obviando algunas excepciones, pero sí es un ente coral. Y entrenar y competir con este ambiente es algo embriagante para los futbolistas.
Nosotros, los que somos ajenos a la familia culé, los que lo vivimos desde fuera, lo percibimos de varias maneras. Pero, sin duda, el canal más evidente por el que nos llega este buenrollismo es mediante las redes sociales. A través de las diversas plataformas digitales, los jugadores se van comentando unos a otros; en muchas ocasiones, hasta vacilándose.
Y en este terreno, así como también ocurre en el verde, uno de los más notorios es, sin lugar a dudas, Lamine Yamal. Entre sus bailes en TikTok con su hermano y los 'zascas' que brinda a sus compañeros, el joven talento nos regala varios titulares que, durante unos ratos, nos hacen olvidarnos de lo meramente deportivo. Y ha vuelto a ocurrir.
El vacile de Lamine a Gavi
El martes, en vísperas del duelo entre Barça y Benfica, el equipo azulgrana se ejercitó en el Estadio Da Luz, el escenario de la ida de los octavos de final de la Champions. Al término de la puesta a punto, Gavi colgó una historia en Instagram en la que parece estar rematando de forma muy estética un centro lateral. Lo hace con ese maravilloso recurso que tanto asombra a los futboleros, la chilena.
Hasta ahí todo bien. Una muestra más del inconmensurable talento del sevillano. Pero entonces llegó Lamine Yamal para apagar los fuegos de deleite y dejó las cosas claras. Apenas habían pasado 20 minutos desde la publicación de la imagen cuando el atacante le respondió lo siguiente: "Vendehúmos, ni le has dado". Evidentemente, un vacile entre colegas. A saber si es cierto o no.
Y esto, por supuesto, hizo babear a todos los aficionados culés, encandilados con la buena relación que impera entre los futbolistas del Barça. Una auténtica yesca, teniendo en cuenta que hasta no hace tanto esto no era así. Y con eso, el buen rollo y el talento, el combinado azulgrana se presenta en el último tercio del curso con serias y reales posibilidades de ganar el triplete. Sin duda, es una baza fundamental.