En los últimos años, el arbitraje en el fútbol, incluso con la llegada del VAR, sigue siendo objeto de intensos debates y críticas. Aunque la tecnología prometía reducir los errores humanos, las decisiones controvertidas continúan protagonizando titulares y generando indignación en aficionados y clubes. Estas situaciones no solo impactan directamente en los resultados, sino también en las aspiraciones deportivas de los equipos que se ven perjudicados.
El FC Barcelona ha sido el centro de la polémica arbitral en las últimas semanas, con decisiones que han desatado la furia de sus seguidores. El pasado sábado, en la derrota frente a la UD Las Palmas, los aficionados culés reclamaron dos posibles penaltis que el árbitro no señaló en el tiempo de descuento. Estas jugadas, a ojos de los seguidores blaugranas, pudieron cambiar el desenlace del encuentro.
Pero el malestar no comenzó en ese partido. En la reciente derrota frente a la Real Sociedad, un gol de Robert Lewandowski fue anulado por un supuesto fuera de juego que generó controversia incluso tras la revisión en el VAR. Estas decisiones arbitrales han avivado el descontento de los seguidores culés, quienes sienten que el equipo ha sido privado de puntos cruciales en una temporada en la que la lucha por el título es especialmente reñida.
La postura firme de Hansi Flick
Pese a las constantes quejas, Hansi Flick, técnico del Barça, se ha mostrado tajante en su negativa a discutir las decisiones arbitrales. Durante la rueda de prensa previa al partido contra el Mallorca, el entrenador alemán fue cuestionado sobre las recientes polémicas, pero prefirió centrarse en otros aspectos. "No quiero hablar de arbitrajes, parecería una excusa. Si jugamos mejor, ganamos ese partido", aseguró Flick, dejando claro su enfoque en el rendimiento de su equipo.
El entrenador insistió en que las discusiones sobre arbitrajes no deben ser una distracción. En un momento en el que el Barça necesita mejorar en varios aspectos, Flick optó por destacar la importancia de la presión, la efectividad y el esfuerzo colectivo.
La actitud de Flick contrasta con la de otros técnicos que han criticado abiertamente a los árbitros cuando se han sentido perjudicados. Sin embargo, su enfoque parece buscar evitar que el equipo pierda la concentración en un momento delicado de la temporada. Con varios tropiezos recientes y un calendario exigente por delante, el entrenador sabe que necesita mantener la moral alta y enfocar a sus jugadores en lo que pueden controlar: su rendimiento en el campo. Los seguidores, sin embargo, mantienen sus quejas y han hecho de las redes sociales el altavoz principal para expresar su indignación. El arbitraje de Gil Manzano, designado para el próximo encuentro contra el Mallorca, ya genera preocupación en la afición culé, que teme volver a ser perjudicada.