El Girona ha vivido un inicio de 2025 lleno de sombras. Después de un arranque de temporada deslumbrante, el equipo catalán atraviesa una racha preocupante: dos meses sin conocer la victoria en LaLiga. La sequía goleadora se ha convertido en la gran asignatura pendiente del conjunto dirigido por Míchel, y la directiva, encabezada por Quique Cárcel, ya mueve ficha con la vista puesta en el futuro inmediato.
A pesar de los buenos momentos del pasado reciente, la realidad actual pesa. En Montilivi no se esconde la preocupación, y aunque el discurso oficial llama a la calma, en los despachos se trabaja intensamente para encontrar refuerzos ofensivos de cara a la próxima campaña. Y, según ha trascendido en las últimas horas, uno de esos nombres ya ha sido detectado… aunque no se ha hecho oficial.
Un fichaje que nace de un vínculo estratégico
El Girona, como parte del City Football Group, cuenta con una red global de clubes y talentos que facilita operaciones con un nivel de acceso privilegiado. Ya lo ha demostrado con movimientos anteriores, y ahora vuelve a poner en marcha esa maquinaria de sinergias para peinar el mercado internacional.
Desde dentro del club se habla de un jugador joven, con carácter ofensivo, visión de juego y capacidad de gol. Un perfil muy concreto que encajaría con la filosofía de Míchel: técnica, verticalidad y desparpajo. Se trataría de un futbolista que actualmente brilla fuera de España, que ya ha captado el interés de clubes importantes… pero que aún no ha dado el salto definitivo a una gran liga.
Los rumores apuntan a un mediapunta que destaca por su golpeo lejano, por su capacidad de actuar en varias posiciones del frente de ataque y, sobre todo, por su enorme proyección. Su nombre ha empezado a sonar en pasillos, pero sin confirmación oficial, el Girona prefiere mantener la cautela mientras se analizan las condiciones de una operación que no sería compleja, gracias precisamente a los lazos internos del conglomerado City.
Una irrupción brillante en la Eredivisie
Mientras tanto, el protagonista de este movimiento silencioso ha estado firmando actuaciones notables en una de las ligas más prolíficas para jóvenes talentos: la Eredivisie. Este mismo fin de semana, dejó un gol de bandera en un encuentro clave que lo volvió a situar en el escaparate europeo. Y no es la primera vez: hace apenas unas jornadas, logró marcar dos goles y repartir una asistencia ante el mismísimo PSV Eindhoven.
A pesar de su juventud, ya ha jugado en hasta seis equipos diferentes, todos ligados al City Group. Y aunque aún no ha debutado con su club de propiedad, lleva tiempo siendo observado muy de cerca desde Mánchester.
El nombre que podría cambiarlo todo
A estas alturas, los aficionados rojiblancos ya empiezan a ilusionarse. Las redes hierven de especulaciones. Los foros gironins apuntan teorías. La prensa holandesa da por hecha su salida al finalizar la temporada. Pero en Girona guardan silencio. Hasta ahora.
Porque finalmente, el nombre se ha filtrado. Y es uno que promete dar mucho que hablar: Filip Krastev, internacional búlgaro de solo 23 años, está en el radar como posible nuevo refuerzo del Girona FC.
Un mediapunta potente, versátil, con gol, con pase y con hambre de dar el salto definitivo. El Girona ya se mueve. Y puede que, por fin, tenga en Krastev al jugador que devuelva la pólvora perdida… y la esperanza a Montilivi.
En lo que va de temporada, Filip Krastev ha disputado 25 partidos oficiales con el PEC Zwolle en la Eredivisie, sumando un total de 5 goles y 3 asistencias. Su rendimiento ha sido especialmente llamativo en encuentros clave, donde ha demostrado personalidad y capacidad para decidir partidos. Su doblete ante el PSV y su último tanto frente al RKC Waalwijk consolidan su perfil como un mediapunta desequilibrante, con buen golpeo desde fuera del área y visión para asociarse en el último tercio. Estos números, unidos a su polivalencia táctica, lo convierten en una de las piezas más codiciadas del mercado para equipos que, como el Girona, buscan talento joven con impacto inmediato.