Osasuna sigue inmerso en la lucha por los puestos europeos en LaLiga EA Sports. El conjunto rojillo, actualmente en la duodécima posición, está a solo tres puntos de la zona que da acceso a competiciones continentales, pero su irregularidad lejos de El Sadar ha impedido que dé un salto definitivo en la clasificación. A pesar de los buenos registros en casa, las dificultades para sumar puntos como visitante han complicado el objetivo.
Ahora, el equipo de Vicente Moreno se prepara para un duelo clave ante el Valencia, donde buscará reencontrarse con la victoria. Sin embargo, más allá del presente deportivo, en el club también hay asuntos contractuales que preocupan. Y uno de ellos es la situación de Pablo Ibáñez.

Pablo Ibáñez pierde protagonismo en Osasuna
El mediocampista pamplonés no está teniendo la continuidad que desearía esta temporada. A pesar de haber disputado 21 partidos en lo que va de curso, su rol en el equipo ha sido principalmente desde el banquillo. Vicente Moreno ha dejado claro que Lucas Torró, Jon Moncayola e Iker Muñoz están por delante de Ibáñez en su esquema, lo que ha reducido significativamente su participación.
A sus 26 años, el centrocampista cuenta con un valor de mercado de 2,3 millones de euros según Transfermarkt, pero su futuro en Osasuna es incierto. Su contrato expira el 30 de junio de 2025, y aunque tanto el club como el jugador verían con buenos ojos su continuidad, las negociaciones para su renovación se encuentran en punto muerto. Las diferencias económicas entre ambas partes han complicado el proceso, y por ahora, no hay avances significativos.
Un acuerdo que parece alejarse
Según informa Diario de Navarra, la posibilidad de que Ibáñez y Osasuna lleguen a un acuerdo para extender su vínculo parece más lejana que nunca. A pesar de que ambas partes estaban inicialmente interesadas en prolongar su relación, las posturas siguen distanciadas y no se vislumbra una solución inmediata. Mientras tanto, el centrocampista sigue teniendo un papel secundario en el equipo, lo que podría influir en su decisión final.
La situación de Ibáñez es complicada. Con Torró, Moncayola y Muñoz asentados en el once titular, su protagonismo ha ido en descenso, y el hecho de que Moreno lo considere como la cuarta opción en la medular no ayuda a su continuidad. La falta de minutos podría llevar al jugador a replantearse su futuro, especialmente si llega una oferta atractiva de otro equipo en busca de un refuerzo para el centro del campo.
Si bien todavía quedan varios meses para que ambas partes lleguen a un entendimiento, la sensación es que la separación entre Osasuna e Ibáñez está cada vez más cerca. El mediocampista deberá valorar si le conviene seguir luchando por un puesto en el equipo rojillo o buscar una nueva oportunidad en otro club donde pueda tener más protagonismo.