El deporte de élite tiene sus entresijos. Estar entre los mejores del mundo en una disciplina no es, ni mucho menos, cuestión de casualidades; más bien de causalidades. Llegar a disputar y competir en unos Juegos Olímpicos es un premio de oro al alcance de un ínfimo porcentaje de deportistas.
Pero, de vez en cuando, el trabajo da sus frutos y apremia a quienes han batallado por ello. Eso sí, para disfrutar de este galardón, en este caso disputar unos Juegos Olímpicos, hay que poner el mismo o más empeño de antaño. Es una situación extraordinaria que quizá sólo ocurre una vez en la vida; dos, podría ser; tres, muy poco comúnmente.
Y nadie se conforma con ir a esta competición para divertirse y pasar el rato; ni de lejos. Los deportistas trabajan a destajo, día sí y día también, para poder llegar lo más lejos posible, con el sueño, por qué no, de terminar este episodio con un entorchado colgando del cuello. Y eso es lo que han tenido que hacer los dos representantes españoles de tiro con arco para París 2024, la catalana Èlia Canales, de 23 años, y el burgalés Pablo Acha, de 27.
Que ambos son buenos con el arco y la flecha en su poder es una obviedad, sino no se hubieran clasificado. Pero, como en cualquier deporte, hay otros factores, como el mental, que tienen mucha importancia en la disputa de la competición. Y, para trabajarla, pusieron rumbo a un monasterio.
El camino hacia la paz
Parte del entrenamiento previo de Èlia Canales y Pablo Acha consistió, en primer lugar, en acudir a una especie de retiro espiritual en silencio en un monasterio. El objetivo era practicar la meditación, la visualización y fijar el objetivo, tres aspectos clave en el tiro con arco. No puede haber focalización si la cabeza se deja llevar por el ruido externo, los pensamientos intrusivos o los nervios propios de una competición de este calibre.
Pero, por si eso fuera poco, luego llevaron a cabo una segunda parte de preparatorios poco común. Este deporte se practica al aire libre y, por ende, hay mil factores externos que pueden aparecer el día de la competición, así como el gran enemigo de la disciplina -la distracción-, y perjudicar el escenario idílico. Por eso, los dos representantes españoles practicaron mientras recibían gritos, mientras les tiraban agua e incluso con los ojos cerrados.
Histórica Èlia Canales
Y parece que todo este entrenamiento ha surtido un efecto positivo en Èlia Canales. La tarraconense ha debutado en la mañana de este jueves 25 de julio en los clasificatorios de tiro con arco femenino. En esta primera prueba se establecía un orden entre las 64 participantes teniendo en cuenta la puntuación final para luego determinar las eliminatorias de una contra una.
Y la joven de 23 años ha conseguido el mejor registro en toda la historia del tiro con arco femenino español en esta disciplina olímpica, terminando en la 16ª posición, con 662 puntos después de 72 flechas. Se ha quedado a tan solo cinco unidades del 'top 10'. Por tanto, es un resultado mucho más que positivo.
En la ronda de treintaidosavos, que se disputará el próximo miércoles 31 de julio, se medirá a una joven británica de 16 años, Megan Havers, 49ª con 635 puntos. En esta prueba, además, se ha batido el récord olímpico y mundial, a merced de la surcoreana Sihyeon Lim, que ha alcanzado 694 puntos (el anterior mejor registro mundial estaba en 692 y el olímpico en 680).