El Sevilla está viviendo, sin duda, el momento más complicado de la temporada: una crisis deportiva que está dejando tocado a todo el entorno del club, especialmente en lo que concierne al banquillo. La afición, acostumbrada a disfrutar de épocas doradas recientes, empieza a perder la paciencia debido a los resultados negativos consecutivos que acumula el equipo en el último mes.
Desde que cayó derrotado en el duelo frente al Athletic, el conjunto andaluz no ha conseguido levantar cabeza. La situación actual ha llevado a que las miradas críticas se posen sobre Xavier García Pimienta, el entrenador catalán al frente del equipo desde principios de temporada. Aunque llegó con la promesa de devolver al Sevilla a puestos europeos, su proyecto parece desmoronarse semana a semana.

La reciente derrota en Mestalla contra el Valencia ha agravado aún más la crisis. El equipo mostró de nuevo una preocupante falta de reacción y las decisiones tácticas de García Pimienta han sido puestas bajo lupa por aficionados y analistas. El Sevilla acumula cuatro derrotas consecutivas y la distancia con los puestos europeos se ha vuelto casi insalvable, generando una tensión palpable en el ambiente del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Entre las estadísticas más preocupantes se encuentra la fragilidad defensiva: en estos cuatro últimos partidos el Sevilla ha encajado un total de seis goles, mostrando claras deficiencias en su sistema defensivo. Además, la delantera tampoco ha dado garantías suficientes, registrando apenas tres goles a favor en este mismo período.
Crisis en el vestuario y posibles soluciones
García Pimienta ha asegurado públicamente estar satisfecho con la actitud de sus futbolistas, pero las declaraciones internas sugieren un ambiente diferente. Varios jugadores han expresado indirectamente su frustración por las decisiones técnicas, reflejando una posible ruptura entre el entrenador y el vestuario.
Ante esta situación límite, el presidente Del Nido Carrasco enfrenta ahora un dilema clave: mantener su apoyo público al técnico catalán o buscar alternativas inmediatas para intentar rescatar la temporada. Aunque Del Nido se mostró inicialmente confiado en la continuidad de García Pimienta, el tiempo y los resultados podrían haber cambiado radicalmente su postura.
Joaquín Caparrós, el favorito del sevillismo
Frente a la incertidumbre en el banquillo sevillista, un nombre cobra fuerza con especial intensidad: Joaquín Caparrós. El veterano entrenador, que ya dirigió al Sevilla en tres etapas anteriores, cuenta con el cariño incondicional de la afición y con un amplio reconocimiento por parte del entorno del club. En las últimas semanas, varios medios han relacionado a la leyenda de los banquillos sevillistas
Caparrós podría ser la solución de emergencia ideal para devolver la ilusión a la grada y mejorar de inmediato la dinámica del equipo, algo urgente dada la proximidad de los últimos encuentros decisivos de la temporada. Otros nombres que han circulado como posibles sustitutos son Jesús Galván, actual entrenador del Sevilla Atlético, y el experimentado Manolo Jiménez.
El próximo partido del Sevilla, que jugará en casa, será clave para determinar el futuro inmediato del club. Sin una decisión firme desde la directiva, este duelo podría convertirse en un auténtico juicio público para García Pimienta. El reloj corre en su contra, y solo un cambio drástico parece capaz de revertir una situación que ya roza la emergencia deportiva en Nervión.