La visita del Girona a Vallecas terminó con un amargo 2-1 en contra de los catalanes, en un encuentro marcado por la polémica. El entrenador del Girona, Míchel, regresaba a su ‘casa’, pues en el Rayo Vallecano es leyenda y mantiene un vínculo emocional muy fuerte. Sin embargo, la fiesta del reencuentro se torció en los últimos minutos debido a las continuas pérdidas de tiempo por parte del conjunto madrileño, personificadas en su portero Augusto Batalla.
Al término del partido, el técnico gerundense no ocultó su frustración y expresó con claridad que las maniobras para detener el juego no provenían ni de los futbolistas ni del cuerpo técnico del Rayo. De hecho, elogió la agresividad y la intensidad de los jugadores franjirrojos, asegurando que se sentía “representado” por un estilo que él mismo alaba.
En su opinión, la directiva del club rayista fue la que impulsó esa estrategia de parar el juego y, por consiguiente, consideró que Batalla acabó siendo la víctima de unas órdenes que, supuestamente, venían “de más arriba”.
Respuesta del presidente
La situación se volvió aún más tensa cuando Raúl Martín Presa, presidente del Rayo Vallecano, respondió a las acusaciones de Míchel. Lejos de buscar un tono conciliador, Presa pareció desmentir de forma sarcástica las palabras del técnico del Girona.
Sostuvo que no hubo pérdida de tiempo por parte de Batalla y, como colofón, soltó una frase que ha generado gran indignación en algunos círculos: “¿Lo ha dicho en catalán o en español?”. Este interrogante fue interpretado por muchos como un intento de menospreciar las raíces catalanas de Míchel, evidenciando tintes de catalanofobia.
Discrepancias con el entrenador
El gesto del máximo mandatario franjirrojo contrasta con las declaraciones previas de Íñigo Pérez, entrenador del Rayo, quien se desligó de cualquier polémica sobre el tiempo perdido. Afirmó que, si alguien fingía o ralentizaba el juego, ese jugador debía ser responsable de sus propias acciones, aludiendo de esa manera a que ni él mismo ni la directiva estaban involucrados en órdenes para interrumpir el ritmo del partido.
Polémica xenófoba
Las declaraciones de Raúl Martín Presa suponen, una vez más, un ataque contra Catalunya y contra el catalán. El entrenador de Vallecas ha decidido aprender la lengua del país donde trabaja y de su primer día pidió a los periodistas que le formularan las preguntas en catalán. El presidente, con su comentario sobre el idioma, demuestra de nuevo el odio que se destila en contra de nuestro país.