El Clásico entre Barça y Real Madrid dejó muchas secuelas. Más allá del 4-3 final, de la remontada azulgrana y de la casi segura conquista de LaLiga por parte del conjunto de Hansi Flick, las redes sociales ardieron por algo más: la cobertura de Movistar. Y en especial, por los comentarios del narrador Carlos Martínez, acusado una vez más de sesgo anticulé.
Lejos de apagar el fuego, el propio Martínez avivó la polémica con un mensaje en redes sociales que fue interpretado como una burla hacia los suscriptores que criticaban la falta de neutralidad. En un entorno ya caldeado por decisiones arbitrales discutidas, el enfado del barcelonismo explotó.
Un Clásico que volvió a ser un volcán
El partido no defraudó. Con goles, errores, intensidad y tensión, el choque fue una montaña rusa emocional. Mbappé adelantó al Madrid con dos tantos tempraneros. Pero el Barça remontó con goles de Eric García, Lamine Yamal y un doblete de Raphinha antes del descanso. El francés firmó su hat-trick en la segunda parte, pero no evitó la derrota.

Con este triunfo, el Barça se pone a siete puntos del Real Madrid, con nueve por jugarse. Virtualmente campeón. Y además, vencedor de todos los Clásicos del curso: en pretemporada, Supercopa, Copa y Liga. El dato deja tocado al conjunto de Ancelotti, pero sobre todo, enciende los debates externos.
El arbitraje, otra vez en el centro del foco
La actuación de Hernández Hernández volvió a ser polémica. Una mano clara de Tchouaméni no sancionada como penalti, un gol anulado a Fermín López en el tramo final, y un criterio desigual generaron muchas protestas por parte del entorno blaugrana.

Mientras jugadores, aficionados y analistas señalaban el arbitraje, la retransmisión de Movistar pareció esquivar el asunto. El silencio de Carlos Martínez y el equipo de comentaristas fue interpretado por muchos como complicidad o falta de objetividad. Y lo que vino después no ayudó.
Las redes responden con dureza
Tras el partido, las redes sociales se llenaron de mensajes de indignación. Usuarios de toda Catalunya, donde el partido alcanzó un 28,4% de audiencia —más del doble que en el resto de España—, se sintieron menospreciados por una cadena que pagan religiosamente. El dato no es menor: más de medio millón de catalanes abonan la cuota mensual a Movistar.
Las críticas fueron feroces: "Parecéis Real Madrid TV", "¿De verdad pagamos para esto?", "No veis el sesgo porque lo compartís", fueron solo algunos de los mensajes. Se recordaron además otros nombres asociados al madridismo dentro de la cadena: Álvaro Benito, Jorge Valdano, Guti, Morientes, Cañizares y hasta el árbitro Mateu Lahoz, hoy comentarista.
La respuesta que lo empeoró todo
En lugar de reconocer el malestar de los abonados o aceptar parte del sesgo percibido, el narrador de Movistar respondió en X (antiguo Twitter) con un mensaje que fue considerado condescendiente y provocador. No mencionó el arbitraje. No aludió a las quejas. Prefirió hablar de “bilis”.
“Podríamos hablar del desparpajo inexplicable de Lamine Yamal, del hat trick de Mbappé, del riesgo defensivo del Barça, del coraje profesional de Valverde, del liderazgo de Raphinha, del partido de Pedri, de las paradas de Courtois… pero qué es eso si podemos salsear todo con bilis.”
Lejos de calmar los ánimos, el mensaje fue gasolina sobre las brasas. Lo que para él era ironía, para miles de abonados fue una falta de respeto. Y es que cuando la objetividad parece en juego, ni el mejor partido sirve de excusa.