El 23 de noviembre de 2021, el Barça disputó un partido importantísimo. Era un duelo correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions League. Los azulgranas recibían al Benfica. Cualquier resultado que no fuera una victoria, obligaba a los catalanes a sumar los tres puntos en su visita al Allianz Arena en la siguiente jornada si querían clasificarse para los octavos de final. Si no lo conseguían, deberían disputar la Europa League después de 18 años. Era el minuto 43, faltaba muy poco por el descanso y el marcador aún no se había movido, cuando Sergio Busquets abrió el balón en la banda por Yusuf Demir. El austríaco encaró a Jan Vertonghen y se sacó un grandísimo disparo colocado de la manga, como esos de Messi.
Los aficionados presentes en el Camp Nou enmudecieron mientras veían cómo el disparo se aproximaba a la portería, pero el balón se estrelló en el larguero. El Barça acabó empatando a cero ese duelo y, posteriormente, cayeron goleados en su visita a Baviera.
Las consecuencias para el FC Barcelona
El hecho de caer en la segunda máxima competición europea fue un duro golpe por las cuentas del Barça, quienes necesitaban ganar el título si querían cuadrar los presupuestos. Finalmente, el Eintracht de Frankfurt los eliminó en cuartos. Nadie sabe lo que hubiera ocurrido si el disparo del prometedor futbolista de 18 años hubiera entrado, pero, posiblemente, la situación económica del Barça estaría mejor.
El duelo contra el conjunto luso fue el penúltimo de Yusuf Demir con la camiseta del Barça, dado que en enero regresó al Rápido de Viena. Demir, conocido como el Messi austríaco, llegó en verano del 2021 para reforzar al filial azulgrana, pero sus buenas actuaciones en la pretemporada con el primer equipo llevaron a Koeman a hacerle un hueco en sus esquemas.
De hecho, tuvo bastante protagonismo en el inicio de la campaña: disputando cinco de los siete primeros partidos, dos de ellos como titular. Desde la directiva del Barça se tenía mucha confianza, pero había un pequeño problema. Los catalanes habían acordado con el Rapid de Viena que si Demir disputaba 10 partidos con el primer equipo, debía ejecutar la cláusula de 10 millones de euros. Como la situación económica no era la mejor y el Barça quería reforzarse con otros jugadores como Ferran, Dani Alves, Aubameyang o Adama Traoré, se decidió que la mejor opción era rescindirle el contrato.
De más a menos
El segundo tramo de aquella temporada lo jugó en la Bundesliga austríaca y ese verano se marchó traspasado al Galatasaray por 6 millones de euros. En Turquía no logró volver a dar algún indicio del que un día parecía que iba a ser. Disputó sólo seis partidos en Estambul, debido a varias lesiones que evitaron que tuviera continuidad en el conjunto de la Superliga Turca.
La temporada pasada se marchó cedido al Basilea porque no entraba en los planes de Buruk. Con los helvéticos disputó 13 duelos y tampoco cumplió con las expectativas de sus aficionados, quienes esperaban ver a un jugador diferencial. De hecho, el futbolista no disputó otro partido a partir de febrero. Con el Galatasaray parece que no tendrá demasiadas oportunidades y que se pasará más tiempo en la grada que en el banquillo.
Todo apunta a que Yusuf Demir será una de las otras mil promesas que se ha quedado por el camino. Seguramente, si ese disparo ante el Benfica hubiera entrado, su carrera habría sido distinta, pero la mala suerte le privó.