Esta semana, la presidenta de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha debutado en el Parlament de Catalunya. Durante su primer parlamento, varios diputados mostraron diversos carteles protagonizados por víctimas del franquismo.
Sílvia Orriols es una política con una convicción y una metodología inalterables. No es de las que se calla sus pensamientos, y cuando tiene algo que decir lo expresa con toda libertad. Aprovechando su cuenta de X (Twitter), la alcaldesa de Ripoll ha querido manifestar su indignación ante la recepción recibida por parte de cierto sector: "Diputados de Junts haciendo el juego a los Comunes y levantando carteles de víctimas de guerrillas falangistas mientras hablaba yo. ¿Quieres decir que no habéis perdido el norte @KRLS?".
Como suele ser habitual en sus publicaciones, el tuit de Orriols no ha pasado desapercibido por los que comulgan con ella y el partido que representa, cada vez más fieles a su ideología y a su forma de reivindicar su cada vez más notoria presencia en el panorama político catalán.
El debut de Síliva Orriols en el Parlament
La líder de Aliança Catalana aprovechó los 2 minutos de tiempo que dispuso para exponer sus principios: "A pesar de las difamaciones, la censura, las sanciones de 10.001 euros y los cordones sanitarios, ya estamos aquí. Solo somos dos diputados, pero representamos a 120.000 catalanes, que han dicho suficiente a todos estos años de promesas incumplidas, de políticas autonomistas y proinmigracionistas que nos ha desdibujado y trinchado".
Orriols no pasó por alto los postulados que defiende con gran fortaleza: "Ustedes hablan mucho de derechos humanos. Nosotros hemos venido aquí a defender férreamente los derechos humanos. Defenderemos que la señora María pueda ir sola a sacar dinero del cajero sin que nos la fumen por el suelo con un tirón. Que Laura pueda salir de noche sin un spray anti violación en el bolsillo, que a la Fátima no la obliguen a entrar en un aula de segundo de primaria con un harapo misógino y fundamentalista en la cima de la cabeza".
Las consecuencias del primer discurso de Sílvia Orriols en el Parlament no tan solo provocó la muestra gráfica de un grupo de diputados, también generó una posterior amenaza de Josep Rull, presidente de la cámara catalana: "le quiero advertir que de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la libertad de expresión no ampara el discurso de odio que incite a la discriminación o a la violencia, y por lo tanto, esta presidencia será absolutamente escrupulosa a la hora de advertirle tantas veces como haga falta y a la vez, si se precia, de tomar decisiones al respecto".