En los últimos tiempos, la seguridad en Catalunya ha sido un tema que ha generado mucha preocupación a toda la población. El aumento de los delitos en las calles de muchas poblaciones del territorio ha generado la necesidad de reforzar algunas mediadas de vigilancia. La ciudadanía está muy preocupada sobre todas las informaciones que se publican.
A diario, los periódicos del país y las redes sociales se llenan de noticias sobre distintos incidentes en muchas ciudades. Robos, apuñalamientos o agresiones se leen en los titulares de la mayoría de los diarios catalanes. Cada día que pasa, la sociedad está más irritada respecto al tema.
Los centros educativos, a priori, unos lugares seguros
Uno de los lugares que, a priori, tendría que ser más seguro son los centros educativos. La presencia de niños inocentes con ganas de aprender parece un sitio con muy poca posibilidad de violencia. Además, la asistencia de los profesores, que actúan como maestros, pero también como "vigilantes", auguran un buen ambiente en los centros.
Sin embargo, en muchas ocasiones ni los colegios se salvan de las noticias que sacuden al país. De hecho, durante el día de ayer, una noticia enfadó a muchos habitantes de Girona. Con la vuelta de los niños al colegio, algunos infractores aprovecharon para sembrar el caos en el lugar.
Tres jóvenes iraquíes causan el caos en una escuela en Girona
Concretamente estamos hablando de los hechos acontecidos en La Salle de Girona. Durante el mediodía de ayer, aprovechando que la mayoría de alumnos entraban al colegio, un grupo de iraquíes se colaron, pasando desapercibidos entre los jóvenes. Dentro del centro, han visto a un profesor dando clases y se han acercado a mirar a través del cristal.
El profesor ha pensado que eran alumnos de algún ciclo formativo y no ha alertado del problema. Sin embargo, los chicos han empezado a dar golpes a los cristales hasta romper uno. Los vidrios han caído sobre un alumno de 13 años que ha acabado con heridas en una mano y un brazo.
La detención de los infractores
El profesor ha alertado rápidamente a sus compañeros y los han podido detener para dejarlos en manos de los Mossos d'Esquadra. Ahí, los infractores han confesado que tenían entre 19 y 20 años y dos de ellos eran nacidos en Iraq y uno en Berlín. Ahora, están a la espera de pasar a disposición judicial.
La seguridad de Catalunya es un elemento que ha preocupado a muchos catalanes estos últimos días. Muchos ciudadanos tienen miedo de salir a la calle dependiendo de la hora que marca el reloj. Los incidentes se aceleran, igual que la crispación de la población.