La noche de ayer, 10 de septiembre, en el emblemático Fossar de les Moreres, lugar de memoria histórica para los independentistas catalanes, se vivieron momentos de tensión y violencia. Un grupo de radicales de izquierdas atacó a simpatizantes y miembros de Aliança Catalana, entre ellos su líder, Sílvia Orriols.
La izquierda caldea las calles
Durante los actos previos a la Diada, los miembros de Aliança Catalana habían acudido al Fossar de les Moreres, como cada año, para rendir homenaje a los caídos durante el sitio de Barcelona en 1714. Este lugar es considerado un símbolo del independentismo y de la resistencia catalana frente a las imposiciones externas. Sin embargo, la presencia del partido fue recibida con hostilidad por un grupo de manifestantes identificados con movimientos autodenominados antifascistas.
Según se puede observar en las imágenes, los radicales comenzaron a increpar a los simpatizantes de Aliança Catalana con gritos y amenazas, entre las cuales destacaba la frase "Pim, pam, pum, que no quede ni uno", un cántico que evocaba claras intenciones violentas. Los 'antifascistas', que acudían con el objetivo de frenar lo que consideran una amenaza, protagonizaron momentos de gran tensión.
La respuesta de Sílvia Orriols
Tras los incidentes, Sílvia Orriols ha condenado públicamente lo sucedido, denunciando que su partido ha sido objeto de una persecución por parte de grupos radicales. En su intervención, ha acusado a la izquierda radical de intentar silenciar a Aliança Catalana con violencia y amenazas, impidiendo el ejercicio de la libertad de expresión en un lugar simbólico para la causa catalana.
Por su parte, los Mossos d'Esquadra intervinieron para dispersar aunque la tensión se mantuvo durante gran parte de la noche. No se reportaron heridos graves, pero la escalada de las confrontaciones ha dejado a muchos preocupados por la posible repetición de estos incidentes en futuros actos independentistas.
La líder de Aliança Catalana también ha escrito un tweet. De forma irónica ha asegurado que no le hará falta hacer campaña en las próximas elecciones. Orriols també ha evidenciado la violencia verbal de los que se hacen llamar antifascistas.