Cerca de un millar de personas se ha concentrado frente al Ayuntamiento de Ripoll contra las políticas de "extrema derecha". Bajo el lema 'A la extrema derecha, ni agua', ya gritos de “contra el fascismo, acción directa” o “Aliança Catalana, fuera de Ripoll”. Los diferentes manifestantes han atravesado a pie todo el municipio de Ripoll hasta el Pla de la Devesa, donde ha terminado la movilización con la lectura del manifiesto.
La acción también ha servido para protestar contra la orden de cierre cautelar del casal popular La Metxa. "El casal tiene actividad desde 2016 y no había tenido ninguna problemática hasta la llegada de la extrema derecha al gobierno. Que le intenta cerrar porque es un espacio con actividad política donde se confrontan sus ideas", ha dicho el miembro del casal, Jordi Hostench.
Sílvia Orriols responde tras la manifestación
A través de su cuenta oficial en X (Twitter), Sílvia Orriols ha hablado sobre esta manifestación, cargando con fuerza contra la que ha sido para ella un fracaso de concentración. "La manifestación contra Aliança Catalana ha pinchado y lo único que ha conseguido es que decenas de ripolleses se acercaran a darnos ánimos. Venga ya podéis volver a casita, hasta pronto", explicaba la alcaldesa de la ciudad de Ripoll citando un tuit donde se podía ver un video de la manifestación.
Como hemos dicho, el acto, que ha tenido lugar a las 11:30, nació en señal de protesta contra Sílvia Orriols. La alcaldesa exigía a la entidad el cumplimiento de todas las normativas municipales, ya que el incumplimiento llevaba años durando. Además, desde el Ayuntamiento han afirmado que esto está generando una competencia desleal, ya que hay establecimientos en la ciudad que sí que están haciendo las cosas bien.
Silvia Orriols, desde que asumió el cargo de alcaldesa de Ripoll, ha sido objeto de múltiples ataques que muchos consideran injustos y desproporcionados. A pesar de haber sido elegida democráticamente por una parte considerable de la población, ha enfrentado una campaña constante de desprestigio. Por parte de ciertos sectores que critican su ideología y sus posturas políticas.
Estos ataques no solo han sido verbales, sino también en redes sociales y en medios de comunicación. Con acusaciones que, en ocasiones, parecen más enfocadas en desacreditar su imagen que en debatir de manera constructiva sobre su gestión. Esta situación ha generado un ambiente tenso que afecta la convivencia en la localidad.
Los ataques contra Orriols no solo perjudican su labor como alcaldesa, sino que también reflejan la polarización política en Catalunya. Donde cualquier figura que desafía el statu quo puede convertirse en blanco de críticas intensas.
Sus defensores afirman que, independientemente de las diferencias políticas, la crítica debe centrarse en su labor como gestora pública y no en descalificaciones personales que desvirtúan el debate. La situación ha resaltado sin duda la necesidad de un diálogo mucho más respetuoso y constructivo en torno a la política local, donde las ideas prevalezcan sobre los ataques personales.