Los menores en las playas pueden generar situaciones de riesgo tanto para ellos mismos como para otras personas. Al estar cerca del agua, es fácil que se alejen de la vigilancia de los adultos, lo que aumenta la posibilidad de accidentes como ahogamientos, especialmente si no saben nadar bien. Además, el uso inadecuado de flotadores o colchonetas puede darles una falsa sensación de seguridad, llevándolos a zonas más profundas.
También pueden resultar heridos si corren por la arena sin supervisión, resbalan o caen, ya que a menudo no perciben el peligro de objetos como conchas o piedras. Otro peligro que pueden generar los menores es el descuido en áreas de alta densidad de personas. Por ejemplo, al correr o jugar cerca de otras personas, pueden provocar accidentes al chocar o arrojar arena sin querer.
Además, pueden causar conflictos si no respetan las normas de convivencia, como el uso adecuado de balones o juguetes cerca de los demás. Es fundamental que los padres y responsables mantengan una supervisión constante, no solo para proteger a los niños, sino también para evitar que generen situaciones de peligro en la zona.
Un rescate complicado
Los Bomberos rescataron este domingo a un menor que se lanzó a nadar desde una playa de Cabrera de Mar y se adentró mar adentro negándose a volver. A raíz de un aviso al 112 a la una y media de la tarde, se han desplazado seis dotaciones de bomberos. Entre ellas una que ha llegado en helicóptero y otra con una embarcación.
Los efectivos han equipado al menor afectado con elementos salvavidas y le han remolcado hasta la arena con la ayuda de una cuerda de 200 metros, informan en un comunicado. El menor estaba "en perfecto estado" y no requirió la atención del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), que había emplazado a una ambulancia en el lugar del incidente.
Los Bomberos desempeñan un papel clave en las playas, especialmente en situaciones de emergencia. Una de sus labores más importantes es el rescate de personas que se encuentran en peligro en el agua, ya sea por corrientes fuertes, ahogamientos o accidentes acuáticos. Además de estar capacitados para actuar en el mar, también son responsables de asistir en situaciones terrestres, como caídas, golpes o lesiones que ocurran en las zonas de la playa.
Su intervención es totalmente crucial cuando se trata de rescatar a bañistas atrapados entre rocas, en acantilados o en situaciones de difícil acceso para otros servicios de emergencia. Además, colaboran con los servicios de socorrismo y vigilancia, asegurándose de que las playas estén seguras para los usuarios. Su presencia constante en estos espacios garantiza una rápida respuesta ante cualquier eventualidad, protegiendo tanto a las personas como el entorno natural de la playa.