Rosa Peral es una exagente de la Guardia Urbana de Barcelona que se hizo tristemente célebre por su implicación en uno de los crímenes más mediáticos de los últimos años en España: el asesinato de su pareja, Pedro Rodríguez, también agente de la Guardia Urbana, en lo que se conoce como el "Crimen de la Guardia Urbana". El caso, que sucedió en 2017, generó un gran revuelo debido a las circunstancias en las que se desarrolló, mezclando celos, traiciones amorosas y una relación tóxica. Peral fue condenada a 25 años de prisión junto a su amante Albert López, acusado también de participar en el asesinato de Rodríguez.
El caso de Rosa Peral ha sido ampliamente cubierto por los medios de comunicación y ha dado lugar a varios documentales y reportajes, debido a la complejidad de los hechos y la personalidad de los implicados. Peral, que siempre ha mantenido su inocencia, se ha convertido en una figura controvertida, y su historia ha generado debates sobre las relaciones interpersonales dentro de los cuerpos de seguridad y las dinámicas de poder y control emocional. Ahora, la mujer ha vuelto a ser protagonista de un hecho que podría dar un cambio radical en su caso.
¿Un posible giro en los acontecimientos?
La abogada de Rosa Peral, Núria González, ha negado que su clienta ordenara una agresión a una funcionaria en prisión de Mas de Enric, donde cumple condena por el caso de la Guardia Urbana, y tampoco que tenga nada que ver. "Es absolutamente falso", ha dicho en Catalunya Ràdio. Negó también que existan informes de funcionarios donde conste esta acusación y aseguró que a ellos nadie les ha dicho nunca nada ni les ha llegado ningún requerimiento.
La abogada ha relacionado estas informaciones con el hecho de que han presentado varias quejas por el trato que recibe Peral en prisión por parte de tres funcionarias y que llevó a una reunión entre el padre de la condenada y la dirección del centro penitenciario hace unos días. "Alguien se ha puesto muy nervioso", ha dicho.
Según ha explicado González, las quejas de Peral por el trato recibido se remontan a hace meses y a estas se han sumado las de otras reclusas. Las quejas se pusieron tanto ante los órganos de prisiones como en el Síndic de Greuges y la abogada ha asegurado que se está investigando el caso. Por último, hace unos días el padre de Rosa Peral se reunió con la dirección de Mas de Enric para tratar este tema y, según González, alguien se ha puesto "muy nervioso y se ha inventado esta historia".
La defensa de la condenada ha detallado que las quejas son debido a que se le hacen registros en la celda con mayor frecuencia de lo normal, porque aseguran que le quitan cosas que compra dentro de la cárcel o que le dificultan los encuentros personales.
Por otra parte, González ha planteado que si alguien dice que tiene pruebas de este supuesto plan para agredir a la funcionaria lo que debería hacer es presentarlas ante la justicia. "¿Qué hace en la prensa y no en el juzgado?", se preguntó.
La abogada ha insistido "en que no hay nada de verdad en todo esto" y ha planteado que en el momento en que ocurrió la agresión, el 21 de julio, nadie mencionó por nada a Peral. Además, defendió que su clienta tiene la vida organizada en Mas de Enric y "no importa que pueda poner en peligro" esta situación.