En las últimas décadas, la cultura catalana ha sido objeto de constantes ataques y malentendidos desde diversos medios de comunicación. Opiniones que reducen una tradición rica y ancestral a clichés superficiales son habituales. Desde la sardana hasta los castells, estas representaciones no solo simplifican sino que intentan menospreciar las raíces culturales de Catalunya.
La Festa Major de Granollers, una celebración emblemática de este país, no ha sido inmune a este tipo de críticas. El portal 'Mundiario' ha publicado un artículo que ha causado indignación entre quienes defienden la identidad cultural catalana.
Bajo el pretexto de analizar las festividades, el texto despliega un tono irónico y cuestiona la legitimidad de tradiciones como los castells o la sardana. Este tipo de redacción no solo refleja un desconocimiento, sino que denota una intención de desprestigiar la diversidad cultural catalana.
Un insulto a Catalunya y su cultura
El artículo, firmado con un aparente rigor, plantea que la cultura popular catalana se limita a “los castillos humanos, los calçots y el pan tumaca”. Esta afirmación reduce siglos de historia y patrimonio a elementos superficiales.
La tradición de los castells, por ejemplo, es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Su simbolismo va más allá del espectáculo, representando esfuerzo colectivo y solidaridad.
El texto también menciona actividades como la representación de barricadas y cócteles molotov en la Festa Major de Granollers. Presenta estas acciones como una práctica generalizada, ignorando el carácter lúdico y satírico de estos actos dentro del contexto festivo. A través de estas descripciones, el artículo perpetúa una visión sesgada y simplista.
Otro punto controvertido es la crítica al uso de figuras históricas catalanas como Serrallonga, calificándolo como “un bandolero saqueador”. Sin embargo, el artículo omite el contexto en que esta figura se ha convertido en un símbolo de resistencia.
Un texto que muestra ignorancia
Además, el texto recurre a simplificaciones históricas, afirmando que “el reino de Catalunya nunca existió”. Este tipo de declaraciones buscan deslegitimar la memoria colectiva de un pueblo y su lucha por preservar su identidad.
El artículo no solo minimiza, sino que cuestiona la relevancia de elementos como la literatura, música o danza catalana. La cultura de Catalunya no se limita a sus manifestaciones más visuales, sino que incluye una gran herencia literaria, artística y lingüística que ha resistido siglos de centralismo.
Así pues, este texto no es una crítica constructiva, sino un intento de trivializar una cultura que ha contribuido enormemente al patrimonio universal. Las opiniones expuestas no solo ignoran el contexto, sino que también buscan alimentar una narrativa que menosprecia las tradiciones y valores de un pueblo.
La Festa Major de Granollers, como tantas otras celebraciones catalanas, merece ser entendida desde el respeto y el conocimiento profundo, no desde la simplificación malintencionada.