Maria Branyas, que desde hace más de un año es la persona más vieja del mundo, ha cumplido 117 años este lunes. Nacida en San Francisco el 4 de marzo de 1907 de padres catalanes, lleva más de dos décadas viviendo en la residencia Santa María del Tura de Olot, donde se espera que su familia le lleve un pastel de cumpleaños y sus compañeras en el centro le regalen una manualidad como cada año para celebrar la efeméride, tal y como explica al ACN su hija Rosa Moret.
Según admite,"ha ido bajando en los últimos meses", y desde el pasado verano sufre "un bajón lento". Asimismo, "no le duele nada, no tiene ninguna enfermedad". Branyas está a dos meses de ser una de las diez personas más longevas de la historia, aunque ella ve los récords como "tonterías". Según la asociación Gerontology Research Group (GRG), que nutre la lista de los récords Guinness en longevidad verificando fechas de nacimiento y muerte, ahora mismo hay once personas que vivieron más tiempo que Branyas, todas mujeres y ninguna de ellas todavía viva.
El 10 de mayo habrá avanzado a dos, así que entrará en el top 10. Las mismas fuentes afirman que sólo ha habido cuatro personas que han llegado a los 118 años, y sólo una ha pasado de la duodécima década de vida: la francesa Jeanne Calment, que murió a los 122 años y 164 días en agosto de 1997. Branyas se convirtió en la persona mayor en vida el 17 de enero del 2023, cuando la francesa Lucile Randon, de 118, murió. La segunda persona más longeva del planeta ahora mismo según GRG es la japonesa Tomiko Itooka, que tiene un año menos que la catalana.
En cualquier caso, la hija de Branyas, Rosa Moret, expresa al ACN que su madre es conocedora del hecho de que no hay nadie en el mundo más viejo que ella, pero que ella "se encoge de hombros", sacando- le importancia. "Dice que esto no es ningún mérito ni de ella ni de nadie", explica, añadiendo que la familia no esperaba que llegara a vivir tantos años. También comenta que "el mundo es muy grande y cuesta hacerse a la idea" de que su madre encabeza el ranking de longevidad a nivel planetario.
Moret revela que no ha sido hospitalizada, pero que con la edad, estos últimos tiempos ha perdido visión, oído y últimamente, también memoria, aparte de la movilidad, ya que no puede andar sola. Sin embargo, conserva intactas las facultades mentales y todavía puede mantener conversación con sus familiares, los únicos que la van a ver aparte del personal de la residencia. "Ya no hace entrevistas ni nada de eso, lo que quiere es tranquilidad", dice Moret.
Su madre pasa el día sentada en el sillón de su habitación donde a menudo recibe cuidados de los profesionales del centro. Durante la entrevista con el ACN, Moret también explica que Branyas ha visto morir a la totalidad de sus amigos, pero que seguramente uno de los factores que le ha llevado a vivir tantos años es "que se adapta mucho".
"Pasa algo como una muerte y tiene el disgusto, pero al poco ya reacciona, diciendo que es lo que hay, Dios lo ha querido así, debemos adaptarnos y seguir viviendo", explica. De hecho, la capacidad de resiliencia es una lección que Branyas ha dado a los jóvenes en varias ocasiones, añade su hija.
Recuerdos de la Primera Guerra Mundial
Nacida el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, California, en una familia catalana, Branyas llegó a Cataluña de pequeña y tiene recuerdos que se remontan a la primera Guerra Mundial ya la guerra civil española, según explicaba el 2019 en una entrevista en Catalan News.
De hecho, la vuelta a Cataluña de la familia, cuando ella tenía 7 años, se produjo en 1914, en pleno estallido de la primera gran guerra del siglo XX. "Llegamos en barco. Debido a la guerra Alemania atacaba el norte y no podías atravesar los mares nórdicos, tuvimos que ir por las Azores y por Cuba", explicaba. En mayo del 2020, Maria Branyas se convirtió en la persona mayor del mundo en sobrevivir a la cóvid-19 a la edad de 113 años y, casi tres años después, se convirtió en la decana del planeta.