El sorteo de la Lotería de Navidad se celebra cada 22 de diciembre y es uno de los eventos más esperados del año. Miles de personas en España sueñan con ganar el Gordo, convirtiendo esta tradición en un fenómeno social. Las administraciones se llenan de colas y los décimos viajan a través de todo el país en busca de la suerte.
Sin embargo, no todas las localidades han tenido la fortuna de recibir el premio más grande del sorteo. En Catalunya, dos de sus capitales de provincia, Girona y Tarragona, nunca han visto cómo sus administraciones repartían el Gordo. Es un dato que sorprende, puesto que el sorteo se celebra desde hace más de un siglo.
En cambio, Barcelona y Lleida sí han sido agraciadas con el Gordo en varias ocasiones. En Barcelona, el Gordo ha tocado en 44 sorteos, consolidándola como una de las ciudades más afortunadas de España. De hecho, en la ciudad condal se encuentra la famosa Administración Valdés, una de las cuatro administraciones de España donde más veces ha caído el Gordo. Por otro lado, en Lleida, la suerte llegó en dos ocasiones, aunque en ambas hace más de un siglo: en 1881 y 1901.
A nivel estatal, Madrid lidera con diferencia como la capital de provincia donde más veces ha tocado el Gordo, con un total de 84 ocasiones. Este dato refuerza la idea de que la capital española es uno de los destinos más propicios para comprar un décimo ganador. En el lado opuesto, además de Girona y Tarragona, otras tres capitales de provincia siguen esperando su momento de gloria: Ávila, Toledo y Jaén.
Esperanza intacta
La ausencia del Gordo en Girona y Tarragona tiene mucho que ver con la cantidad de décimos consignados y la densidad de población. Cuantas más personas compren lotería, mayores son las probabilidades de que el premio recaiga en esa zona. Barcelona, al ser una de las ciudades con más ventas, tiene más oportunidades de repartir suerte.
Los habitantes de Girona y Tarragona, sin embargo, no pierden la esperanza. Año tras año, las administraciones locales registran largas colas, y muchos confían en que este será el momento en que el Gordo se acerque a su ciudad. El optimismo es una parte fundamental de la magia de la Lotería de Navidad.
Mientras tanto, la Administración Valdés de Barcelona continúa siendo un lugar de peregrinaje para los jugadores más supersticiosos. Cada diciembre, personas de todo el país acuden con la ilusión de que los números vendidos allí se conviertan en millonarios. El 22 de diciembre, las bolitas del bombo determinarán si Girona y Tarragona rompen su maleficio histórico. Mientras tanto, sus vecinos seguirán confiando en la suerte y soñando con escuchar el número de su décimo como el ganador del Gordo.