Los resultados de las elecciones al Parlament de Catalunya de este 12 de mayo han supuesto la desaparición del hemiciclo catalán del partido Ciudadanos (Cs) después de dieciocho años de historia. La lista encabezada por Carlos Carrizosa no ha logrado mantener a los seis diputados que le habían otorgado los comicios del 2021, en lo que ya supuso el descenso más pronunciado de la formación, cuando perdió 30 escaños.
Cs logró los mejores resultados en las elecciones del 2018, cuando en plena explosión del proceso soberanista obtuvo 1.100.000 votos y 36 diputados. Los naranjas ganaron las elecciones en una victoria que el entonces líder de la formación, Inés Arrimadas, no pudo capitalizar con la presidencia de la Generalitat. La práctica totalidad de las encuestas que se han publicado durante la campaña auguraban que Ciutadans no lograría representación en el Parlament, lo que finalmente se ha confirmado con los escasos 22.000 votos que ha sacado la formación, el 0,71% del total.
El resultado ha constatado la desaparición en la mayor parte de las instituciones de un partido que hace seis años logró ganar las elecciones en la cámara catalana y que en el punto máximo de su esplendor había soñado con superar al PP en el Congreso de los Diputados. Ciudadanos se presentó en el 2021 con Carlos Carrizosa como candidato, en sustitución de Inés Arrimadas, y protagonizó el mayor descenso electoral que ha experimentado el partido en sus 19 años de historia: de 1,1 millones de votos en 2017 (su máximo hasta ahora) a 158.606 aquellas elecciones.
Pese a todo, Carrizosa y sus lugartenientes se han mostrado eufóricos en todo momento. Incluso riendo. Han anunciado que se presentarán a las próximas elecciones catalanas.
Así ocurrió de haber ganado las elecciones al Parlamento convocadas por Mariano Rajoy en virtud del artículo 155 de la Constitución, con 36 escaños y un 25% de todos los votos, a ser la séptima fuerza, con 6 diputados y un 5 ,6% de los sufragios.
Nacido en 2005 en Cataluña como formación liberal y con el apoyo fundacional de nombres como Félix de Azúa, Albert Boadella, Francisco de Carreras o Arcadi Espada, la irrupción del proceso independentista modeló el ideario inicial de la formación naranja hasta convertirla en un bastión del constitucionalismo y en un azote del soberanismo.
La primera legislatura en la que obtuvo representación en el Parlament fue la del 2006, con tres diputados, los mismos que lograría cuatro años más tarde. Sin embargo, en las elecciones del 2012 el resultado se triplicó, y Cs logró ser la penúltima fuerza de la cámara con 9 diputados. En estas tres contiendas el grupo tuvo como candidato al entonces presidente de la formación, Albert Rivera.
Tres años más tarde, en el marco de la expansión del partido en el ámbito estatal y europeo, Rivera renunciaba a encabezar la lista en el Parlamento para afrontar la aventura del Congreso de los Diputados. Inés Arrimadas cogía las riendas de la lista catalana y con ella al frente el partido experimentaba un crecimiento exponencial, con 25 diputados, casi el triple que en la contienda electoral anterior. Cs obtuvo el segundo puesto del hemiciclo, sólo por detrás de los 62 diputados de Junts pel Sí, ya en plena ola soberanista.
En 2018 Ciudadanos logró lo que hasta ahora ha sido su cenit. 1.100.000 personas eligieron la papeleta de los naranjas de nuevo con Inés Arrimadas al frente y situaron al partido como el más votado de la cámara catalana en plena aplicación del artículo 155 de la Constitución española. Los 36 diputados que logró el partido no fueron suficientes, sin embargo, para superar el reto de formar una mayoría que permitiera investir a Arrimadas como presidenta de la Generalitat. El entonces líder de Cs en Catalunya tuvo que conformarse con ser jefe de la oposición.
De más a menos
En el 2021, tras la crisis sufrida en las elecciones estatales de dos años antes que comportó la marcha de Rivera y el encumbramiento de Arrimadas en lo alto del partido, Cs situó como cabeza de lista para los comicios al Parlamento Carlos Carrizosa , pese a que en unas primarias previas había ganado Lorena Roldán. Ante este hecho Roldán abandonó el partido y fichó poco después por el PP.
En los comicios del 2021, arrastrado por las crisis externas e internas, Ciutadans experimentó un descenso sonado que hizo perder 30 escaños a la formación, un resultado que los relegaba de nuevo a la penúltima posición del hemiciclo, sólo por delante de los tres diputados del Grupo Mixto. Aquellos comicios han acabado siendo, de momento, la última legislatura con representación de las naranjas en el Parlament de Catalunya.