Las precipitaciones de los últimos días han dejado registros que no se veían desde hace tiempo en Catalunya. La combinación de una entrada de aire húmedo del Mediterráneo con un sistema de bajas presiones ha resultado en acumulaciones de agua en varias comarcas. Superando ampliamente los 100 mm en diversos puntos del territorio.
Áreas con mayores acumulaciones de agua
El Servicio Meteorológico de Catalunya ha confirmado que los registros más elevados se han producido en Beget (Ripollès). Con 210 mm, y en el Parc Natural dels Ports, donde han caído 200 mm. Estas cifras reflejan la intensidad del episodio, que también ha impactado otras zonas con acumulaciones importantes..
La influencia de la perturbación también se ha hecho notar en el Montseny, donde en la montaña de Puig Sesolles se han recogido 195,2 mm. Por su parte, Arbúcies (Selva) ha registrado 178,7 mm, situándose entre las localidades más afectadas por las precipitaciones.
Otros valores destacados incluyen los 176,9 mm en Espot (Pallars Sobirà) y los 174,3 mm en Viladrau (Osona). Lo que confirma que el episodio ha tenido un impacto generalizado en la mitad norte del país.
Factores que han favorecido estas lluvias intensas
El episodio ha estado marcado por la persistencia de la inestabilidad atmosférica y la orografía de Catalunya. Que ha favorecido el ascenso del aire húmedo y su posterior condensación en forma de precipitaciones continuadas. La convergencia de vientos húmedos de levante ha sido clave en la generación de lluvias tan copiosas, especialmente en zonas montañosas, donde la orografía ha actuado como barrera potenciando las precipitaciones.
Consecuencias y previsiones
Estas lluvias han supuesto un respiro para los embalses, que se encontraban en niveles preocupantes tras meses de sequía. No obstante, también han generado incidencias, como crecidas puntuales en ríos y rieras, así como desprendimientos en algunas carreteras secundarias.
Para los próximos días, se espera que la situación meteorológica evolucione hacia un patrón mucho más estable, aunque con la posibilidad de algunas lluvias residuales en el litoral. A pesar de la tregua prevista, es recomendable mantenerse informados ante posibles cambios y extremar la precaución en zonas de riesgo por desprendimientos o nuevas acumulaciones de agua.
El impacto de estas lluvias también se ha reflejado en la actividad agrícola, donde algunos cultivos han recibido un alivio tras meses de estrés hídrico. No obstante, en zonas más expuestas, las lluvias torrenciales han provocado encharcamientos que podrían afectar a la producción si la humedad persiste durante varios días.
Por otro lado, los expertos advierten que este tipo de episodios extremos pueden volverse más frecuentes debido al cambio climático. La alteración de los patrones meteorológicos y el aumento de temperaturas favorecen una mayor evaporación. Y, en consecuencia, lluvias mucho más intensas en períodos cortos de tiempo, lo que plantea nuevos desafíos para la gestión del agua y la prevención de riesgos naturales.