Los incendios de vehículos en entornos urbanos representan un grave peligro no solo para los propietarios de los coches, sino también para los residentes cercanos y las infraestructuras. En una ciudad, las calles estrechas, la proximidad de viviendas y la posible presencia de otros vehículos o elementos inflamables elevan el riesgo de que el fuego se propague rápidamente.
Además, el humo y las explosiones derivadas de la combustión de materiales pueden poner en riesgo la salud de los vecinos y provocar evacuaciones. Los bomberos deben actuar con rapidez para evitar que un incidente aislado se convierta en una tragedia mayor.
Evitan una desgracia
Este fue el escenario que se vivió en Esparreguera la tarde del 6 de octubre de 2024. Cuando los 'Bombers' de la Generalitat de Catalunya recibieron un aviso a las 18:33 a través del 112 informando de un incendio de un vehículo en la calle Beat Domènec Castellet. Al llegar al lugar, una dotación de los Bombers de Catalunya controló rápidamente las llamas que envolvían por completo al vehículo.
Las imágenes del incidente, compartidas en redes sociales, muestran el coche completamente calcinado y a los bomberos trabajando para sofocar los últimos focos de fuego. Afortunadamente, no se reportaron heridos, y el incendio fue extinguido antes de que el fuego pudiera afectar a los edificios cercanos.
Los bomberos actuaron con gran celeridad para evitar que las llamas se propagaran, especialmente considerando que el incendio ocurrió en una calle estrecha y muy cerca de viviendas. Gracias a su intervención, se logró controlar el fuego antes de que causara mayores daños a las estructuras colindantes o a otros vehículos que se encontraban estacionados en la misma calle. No obstante, el coche afectado quedó completamente destruido, con la parte frontal y el interior totalmente calcinados.
Otros casos similares
Este tipo de incidentes no son aislados y ocurren con cierta frecuencia, especialmente en áreas urbanas. En junio de 2024, otro incendio de vehículo se produjo en pleno centro de Barcelona, donde un coche comenzó a arder en la Gran Vía. Esto causó una gran alarma entre los transeúntes y obligó a cortar el tráfico durante más de una hora.
En aquella ocasión, los bomberos también lograron sofocar las llamas sin mayores consecuencias, aunque el vehículo quedó totalmente destruido. Este tipo de sucesos suelen estar relacionados con fallos mecánicos, cortocircuitos o incluso actos vandálicos.
Otro caso similar ocurrió en junio, en la localidad de Badalona, donde un vehículo estacionado en una zona residencial se incendió por completo. El fuego afectó parcialmente a otro coche aparcado al lado y provocó daños menores en las fachadas de algunas viviendas cercanas. Estos incidentes destacan la importancia de contar con equipos de emergencia bien preparados y la necesidad de actuar rápidamente para evitar que los daños materiales y personales sean aún mayores.