La librería Minorisa fue el gran centro neurálgico de las tramas de la serie Rosa, secuela de la popular Poblenou. TV3 quiso aprovechar el éxito de su primer culebrón de sobremesa después de una temporada de gran éxito, entonces las series de TV3 no se alargaban tantas temporadas. Poblenou se emitió durante solo un año, de enero a diciembre de 1994, y no llegó ni a los 200 capítulos.
Acabó con Rosa (Margarida Minguillón) separándose por fin de Antoniu (Miquel Cors) y dispuesta a empezar una nueva vida. La televisión pública catalana ideó entonces una secuela en un formato diferente. Hizo capítulos semanales pero de una hora de duración.
La protagonista era Rosa – ahí el nombre de la serie – que se trasladaba a Manresa junto a sus hijos Anna (Gemma Brió) y Martí (Quim Gutiérrez). Allí regentarían la mencionada librería. Se encontraba en crisis y su dueño Pere (Jordi Serrat) quería revitalizarla; lo consiguieron aunque con muchas dificultades.
En uno de los primeros capítulos de la serie se explicó el motivo por el que la librería se llamaba así. Argumentaron que era el nombre antiguo de la ciudad. Algo que ahora parece que no era del todo cierto.
El error en el topónimo
La librería Minorisa, punto clave en la trama de la serie Rosa de TV3, es un homenaje cuestionable. Durante años, los espectadores relacionaron su nombre con un pasado romano de Manresa, erróneamente atribuido a Minorisa. Este error parte de teorías desmentidas por expertos, que señalan que no existió una ciudad romana con ese nombre.
En Rosa, Minorisa simbolizaba tradición y arraigo, algo contradictorio con las evidencias históricas actuales. Las investigaciones recientes desmienten la existencia de Minorisa como una denominación antigua de Manresa. Los distintos historiadores sostienen que fue una invención sin fundamentos arqueológicos o unos documentales sólidos.
El término Minorisa apareció por primera vez asociado al Puigcardener, pero carece de respaldo en textos romanos. Alternativas como "Mentissa" o "Manorasa" tienen más bases históricas. Aun así, el nombre Minorisa se popularizó gracias a escritores y referencias culturales, como Josep Pla, y terminó en la ficción televisiva.
Los expertos hablan sobre el tema
Jordi Morera, arqueólogo, afirma que Minorisa fue creada para vincular Manresa con un origen romano prestigioso. Sin embargo, las evidencias indican que es un término reciente, no antiguo. Esta confusión también aparece en estudios sobre toponimia local y relatos históricos tergiversados.
La elección del nombre en Poblenou refleja cómo el mito de Minorisa sigue vivo en la cultura catalana. Aunque el nombre tiene un trasfondo erróneo, su uso literario y en la televisión perpetúa un vínculo imaginario con el pasado. Esto demuestra cómo la ficción puede moldear la percepción histórica, incluso cuando la realidad es distinta.