Ricard Ustrell se desplazó hasta Ripoll para entrevistar a su alcaldesa. O a su 'batllessa' como la misma Sílvia Orriols le tuvo que recordar en más de una ocasión. Aunque el concepto "alcaldesa" sea correcto en catalán (catalán normativo), no es el término genuino que debe emplearse para describir a la persona que ha tenido la confianza del pleno de un ayuntamiento.
En las elecciones de 2023, Sílvia Orriols fue la candidata más votada. En un municipio de 17 concejales, Orriols obtuvo 6 sillas. Junts y ERC consiguieron 3 ediles cada uno PSC y CUP, 2 cada uno de ellos y 'Som-hi Ripoll', un partido independiente, 1.
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La imposibilidad de pactar unos presupuestos acabó con una moción de confianza propuesta por la misma Sílvia Orriols. En un acto de transparencia y honestidad, la líder independentista dijo que si no tenía la confianza del pueblo de Ripoll (representado en el pleno), daría un paso atrás. Pues bien, dicha moción de confianza se saldó con todos los votos en contra menos los de Aliança Catalana. 11 a 6.
Golpe de estado
En la entrevista con Ustrell, Orriols fue muy clara y contundente y tachó el pacto como un "golpe de estado". Cierto es que es un pacto legítimo y que está previsto por la Ley, pero son partidos que "no llevaban este pacto en su programa electoral". Además, se hace difícil pensar que un votante de Junts esté de acuerdo con un pacto con la CUP. Del mismo modo, es difícil pensar que un votante del PSC acepte un acuerdo con Junts.
Pudieron pactar durante la constitución del pleno, pero no lo hicieron. Quisieron poner a prueba la gestión de Orriols porque pensaban que no sería capaz de gestionar su municipio y que en las próximas elecciones municipales, sus apoyos desaparecerían. Se equivocaron, pues la dirigente aliada ha salido más reforzada.
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Visto bueno de los poderes mediáticos
Los medios de comunicación de Catalunya y también del Estado español (donde están encantados con lo que llaman "división del independentismo") aprueban este acto legítimo pero antidemocrático. En Barcelona y en Madrid temen la figura de Sílvia Orriols. En la Plaça Sant Jaume y en el Parc de la Ciutadella porque es la única candidata capaz de acabar con el procesismo y con las políticas progres de los últimos años.
En el Congreso de los Diputados y en la Moncloa porque ven una líder con las ideas claras capaz de sacudir las reglas del juego. Saben que no rompe el independentismo, como dicen algunos, sino que destapa la mentira del falso independentismo, del procesismo.
En este sentido, Libertad Digital, ha publicado un artículo haciéndose eco del fenómeno Sílvia Orriols, a la que define como "ultra". "Junts, ERC y el PSC cuecen el pacto para arrebatar la alcaldía de Ripoll a la separatista ultra Orriols".
Giro de última hora
Finalmente, no habrá moción de censura. Tras una victoria inicial de los partidos opositores, que votaron no a la moción de confianza planteada por Orriols, este acuerdo ya no existe. Junts per Catalunya ha decidido que no votará a favor de la moción de censura contra la batllessa de Aliança Catalana y, por tanto, ésta seguirá ocupando este cargo.
Esta tarde, el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, se ha desplazado hasta Ripoll y ha anunciado que su partido no votará junto a PSC, ERC, CUP y Som-hi Ripoll. Acompañado de los concejales Ferran Raigón, Montsina Llimós y Maria Soldevila; el exalcalde y diputado, Jordi Munell, y el diputado por Girona, Salvador Vergés, han explicado que: "Queremos ganar a Sílvia Orriols en las urnas, y no en los despachos".
Queda claro que en Junts temen el fenómeno Sílvia Orriols y saben que la dirigente independentista está consiguiendo muchos votos de su partido. Un golpe a la democracia como el que estaba anunciado, sería un golpe muy duro para Junts en las próximas elecciones. En las municipales y en las nacionales.