La carretera N-240 es una vía fundamental que atraviesa Catalunya, conectando la ciudad de Tarragona con Lleida y prolongándose hacia el norte, hasta Aragón. Esta carretera juega un papel clave en el transporte de mercancías y pasajeros entre la costa y el interior de Catalunya, facilitando el comercio y la comunicación entre las provincias. A lo largo de su recorrido, la N-240 pasa por varios municipios y cruza zonas industriales y agrícolas, siendo un eje vital para la economía local en Catalunya.
Sin embargo, esta carretera ha sido motivo de preocupación debido a su alto nivel de tráfico pesado, lo que ha generado numerosos accidentes y problemas de seguridad últimamente. En los últimos años, ha habido varias demandas para mejorar la infraestructura de la N-240, incluyendo la ampliación de carriles y la construcción de nuevas vías para desviar el tráfico pesado. El tramo entre Montblanc y Lleida es uno de los más conflictivos, y se han llevado a cabo obras para mejorar la seguridad, pero los problemas de congestión siguen persistiendo.
Un conductor denunciado en esta carretera
Los Mossos d'Esquadra denunciaron penalmente el lunes a un hombre de 47 años que quintuplicaba la tasa de alcohol permitida. Además, circulaba por la N-240 en Juneda (Garrigues) incumpliendo la restricción de vehículos de tercera categoría de más de 26 toneladas, que deben desviarse por la AP-2 entre Lleida y Montblanc. El hombre en cuestión fue pillado en un control preventivo que se realizó en el kilómetro 76,1 alrededor de las seis de la tarde y dio una tasa de 0,85 mg/l.
La policía inmovilizó el vehículo y denunció al conductor por incumplir las restricciones de los vehículos pesados y conducir con una tasa penalmente punible. Ahora tendrá que presentarse cuando sea requerido ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Lleida.
En Catalunya, conducir bajo los efectos del alcohol está severamente sancionado debido a los riesgos que supone para la seguridad vial. Según la normativa vigente en Catalunya, el límite legal de alcohol en sangre es de 0,5 gramos por litro para conductores generales y de 0,25 miligramos por litro en aire espirado. En el caso de conductores noveles o profesionales, este límite es más bajo, de 0,3 gramos por litro en sangre o 0,15 miligramos por litro en aire espirado.
Las sanciones por superar estos límites pueden incluir multas de hasta 1.000 euros y la pérdida de entre 4 y 6 puntos del carnet. Además de la suspensión temporal del permiso de conducción por un período que puede variar entre 1 y 3 meses. En los casos más graves, donde el nivel de alcohol supera 1,2 gramos por litro en sangre, se considera un delito penal, y el conductor puede enfrentarse a penas de cárcel.