Hace apenas unos meses, Catalunya atravesaba una crisis hídrica alarmante, con los embalses tocando mínimos históricos y la sombra de las restricciones planeando sobre millones de ciudadanos. Sin embargo, las últimas semanas han traído un notable cambio de tendencia que empieza a disipar los temores más inmediatos. La recuperación ha sido tal, que algunos embalses catalanes ya rozan máximos históricos, una situación casi impensable poco tiempo atrás.
A día de hoy, 5 de mayo de 2025, los embalses de las cuencas internas de Catalunya presentan una situación mucho más favorable, con una ocupación media que supera claramente el umbral de seguridad hídrica. Actualmente, estos depósitos hídricos se encuentran al 72,73 % de su capacidad total, un porcentaje que ofrece tranquilidad después de un largo período de incertidumbre.
Embalses que rozan el tope
Uno de los casos más llamativos es el embalse de La Baells, situado en Cercs, que registra actualmente una ocupación del 98,44%. Este nivel, especialmente destacable, roza un máximo histórico y se contrapone radicalmente con la realidad vivida hace tan solo un año, cuando el embalse apenas almacenaba un 40,03 % de su capacidad. Un cambio radical que refleja claramente cómo han revertido las condiciones climáticas en los últimos meses.

Otro embalse que muestra signos especialmente positivos es el de Foix, en Castellet i la Gornal, que presenta una ocupación del 95,88%, una cifra muy por encima de lo habitual y que da pie a un optimismo moderado respecto al suministro de agua para los próximos meses.
Por otro lado, el embalse de Sant Ponç, ubicado en Clariana de Cardener, también ha experimentado una recuperación notable y alcanza hoy el 89,03% de su capacidad, un incremento significativo si se compara con el preocupante 32,27 % de media registrado hace cinco años en estas fechas.
Subidas notables en todos los embalses
La situación del embalse de Sau, en Vilanova de Sau, tampoco queda atrás, al registrar actualmente un 75,96 % de ocupación. Aunque no alcanza niveles tan altos como los anteriores, sí muestra una recuperación robusta respecto al 11,95 % que presentaba hace apenas un año. Esto supone un alivio considerable, especialmente por la importancia estratégica de este embalse para muchas poblaciones.

Pero no todas las noticias son tan positivas. Algunos embalses siguen mostrando niveles bajos, como es el caso de Siurana y Riudecanyes, que permanecen muy lejos de la plena recuperación con porcentajes de tan solo 25,71 % y 59,64 %, respectivamente. La situación de estos embalses sigue siendo motivo de preocupación y exige una gestión cuidadosa en los próximos meses para garantizar su mejora.
Este contraste refleja perfectamente la complejidad del panorama hídrico en Catalunya. Mientras algunas zonas experimentan una notable mejoría, otras permanecen todavía en condiciones delicadas, destacando la importancia de una gestión hídrica eficaz y de estrategias a largo plazo que permitan afrontar con más garantías futuras sequías.
La capacidad total de almacenamiento en las cuencas internas catalanas ronda los 700 hectómetros cúbicos. Para entender la magnitud de esta cifra, cabe señalar que, en condiciones normales, la población catalana consume aproximadamente un hectómetro cúbico al día. De ahí la importancia de mantener niveles elevados en los embalses para asegurar un suministro constante y sostenible.