El caso de las presuntas agresiones sexuales del ya exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, está demostrando y destapando, la doble moral de la izquierda en estos temas. Por un lado, es difícil de crear que Yolanda Díaz, una feminista donde las haya, no conociera el comportamiento de Errejón y, por extensión, el presidente Pedro Sánchez. Todo el mundo calló y protegió al ex amigo de Pablo Iglesias.
La izquierda se llena la boca con la palabra feminismo y pide tolerancia cero a los maltratadores y los autores de delitos de violencia sexual contra las mujeres, pero también protegen la reputación del partido cuando es necesario. Esto es lo que habría pasado en Valladolid, cuando una exsecretaria de las Juventudes Socialistas pidió apoyo al partido ante el presunto acoso sexual del concejal del PSOE del municipio Berrueces.
Ahora que ha salido a la luz el caso de Íñigo Errejón, el presidente Pedro Sánchez ha publicado el tweet de rigor en su perfil de Twitter, dando apoyo a las víctimas y transmitiendo confianza hacia Sumar. Igual que cuando se hace la foto en un acto público, pero luego no cumple una promesa, el tweet después del silencio no sirve de nada.
Las palabras han sido rápidamente contestadas por una exsecretaria de las Juventudes Socialistas que le ha recordado el problema que tuvo con un concejal de Berrueces, que pidió ayuda al partido y que el mismo no le brindó esta ayuda porque le explicó que tenía que prevalecer la reputación de la formación.
El tweet se ha hecho viral y los usuarios de redes sociales han criticado con mucha dureza al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, de quien critican la doble moral y aseguran que estaba al corriente de todo y decidió callar para no poner en riesgo el pacto con Sumar y, por tanto, la estabilidad de la legislatura.
Carrera política de Elisa Abril Cerecero
La carrera política de Elisa Abril Cerecero está vinculada principalmente a su participación en las Juventudes Socialistas, donde ocupó el cargo de exsecretaria. Durante su tiempo en esta organización, fue una figura activa dentro del movimiento juvenil del PSOE, trabajando en diversas iniciativas enfocadas a la juventud, la igualdad de género y los derechos sociales. Su experiencia dentro de las Juventudes Socialistas le permitió formar parte de un entorno político clave en la estructura del Partido Socialista.
A partir de ese momento, Elisa Abril se distanció del escenario político, aunque su testimonio continúa siendo relevante en debates sobre la igualdad y la protección de las víctimas en los entornos políticos. Actualmente trabaja como Trabajadora Social y es una activista con firmes ideales feministas.
Este caso fue denunciado judicialmente y la persona denunciada fue condenada, hecho que demuestra que Elisa Abril tenía razón y que sí existió la agresión sexual denunciada.