Un accidente de un camión que transporta grasa de cerdo puede generar una serie de riesgos importantes para los conductores que circulan por la misma vía. Estos riesgos van más allá de los peligros comunes de cualquier accidente en carretera debido a la naturaleza del material derramado. La grasa de cerdo es un producto resbaladizo y de difícil manejo, lo que convierte este tipo de incidente en una amenaza adicional para la seguridad vial.
Y precisamente este es el riesgo que se ha producido en un accidente en la zona de Agullana (Girona). Ayer por la noche, poco antes de las diez, un camión cargado de manteca de cerdo ha volcado en una rotonda. 9 dotaciones de bomberos limpiaron con sepiolita la N-II y han hecho diques para evitar que la grasa licuada se esparciera hacia el polígono y la carretera de Agullana. El conductor salió ileso.
Las consecuencias todavía duran hoy. La N-II a la altura de La Jonquera se mantiene cortada por tareas de limpieza de la vía el ramal de enlace con la GI-500 hacia Agullana y se realizan desvíos por el camino de la Estrada.
Peligros inmediatos por el derrame en este tipo de accidentes
El mayor riesgo para los conductores es el efecto resbaladizo de la grasa de cerdo al contacto con el asfalto. Al igual que ocurre con otros tipos de aceites o grasas, cuando esta sustancia se derrama en la carretera, crea una superficie extremadamente deslizante. Los vehículos que pasen por encima pueden perder fácilmente el control, especialmente a altas velocidades, lo que aumenta el riesgo de colisiones múltiples. La pérdida de tracción en las ruedas puede provocar derrapes, salidas de la vía y accidentes de gran envergadura.
Uno de los aspectos más críticos del derrame de grasa es la afectación del sistema de frenado. Los conductores que se encuentren con la sustancia en la calzada pueden verse incapacitados para detenerse de manera eficiente, ya que los frenos perderán efectividad. Además, la grasa puede afectar la maniobrabilidad de los vehículos, especialmente en curvas o durante maniobras de emergencia. Esto incrementa el peligro de vuelcos, colisiones contra barreras de protección y otros vehículos, lo que podría desencadenar un accidente en cadena.
Problemas derivados de la limpieza y remoción
Otro factor importante es el tiempo y la dificultad para limpiar la grasa derramada. A diferencia de otros líquidos o materiales, la grasa es difícil de retirar del asfalto sin maquinaria especializada. Durante el proceso de limpieza, puede ser necesario cerrar el tráfico por completo en la zona, lo que provocará importantes retrasos y embotellamientos. Los conductores podrían intentar desviar su ruta por caminos secundarios, aumentando la congestión y creando nuevos puntos de peligro. Si la grasa no se limpia adecuadamente, la zona podría seguir siendo peligrosa durante varias horas o incluso días.
Consejos para los conductores en caso de encontrarse con un accidente de estas características
En caso de que un conductor se encuentre en una carretera con un derrame de grasa de cerdo, es fundamental que actúe con precaución, Debe reducir la velocidad de inmediato para minimizar el riesgo de perder el control del vehículo. Por otra parte, es importante evitar frenazos bruscos, ya que la pérdida de tracción puede empeorar con frenadas repentinas.
También hay que mantener una distancia segura con los vehículos de adelante para poder reaccionar con tiempo suficiente. Y finalmente informar rápidamente a las autoridades y servicios de emergencia si no se ha activado aún una señalización adecuada para alertar a otros conductores.