Un coche negro circulando por una carretera con una línea blanca a la derecha.

Un conductor la lía drogado y a casi 200 por hora en la A-2

Se enfrenta a graves consecuencias

Las imprudencias al volante vuelven a protagonizar un episodio preocupante en las carreteras catalanas. Esta vez, las autoridades han detectado un caso especialmente grave, que suma a la habitual irresponsabilidad al volante otro factor peligroso y lamentablemente frecuente: el consumo de drogas.

Velocidad extrema en la autopista

El pasado 16 de marzo, un radar de los Mossos d’Esquadra captó una imagen impactante: un vehículo circulando a la velocidad desorbitada de 196 kilómetros por hora en un tramo limitado a 100 km/h. Los hechos tuvieron lugar en la autopista A-2, concretamente a la altura de Castellbisbal, un punto de alto tránsito que conecta diversas poblaciones de la comarca del Vallès Occidental con Barcelona.

El conductor infractor no solo circulaba prácticamente al doble del límite permitido, sino que, tras ser detenido por la policía catalana, se confirmó que iba al volante bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

Coche de Mossos con el número 112
Coche de los Mossos d'Esquadra | ACN

Este hecho añade una gravedad extrema a su conducta, aumentando significativamente el riesgo de accidente y poniendo en serio peligro tanto su propia vida como la de los otros usuarios de la vía.

Los detalles del suceso

Según informan los Mossos d'Esquadra, los hechos ocurrieron poco después de las once y media de la mañana, una hora en la que la autopista suele registrar un importante flujo de tráfico.

La captura del radar proporcionó una imagen nítida del vehículo, un Seat de color oscuro, en el momento exacto en que transitaba a la mencionada velocidad. La identificación del infractor fue rápida, y tras interceptar al vehículo, los agentes procedieron a practicarle la prueba de detección de drogas.

Los resultados confirmaron la sospecha inicial, dando positivo en consumo de sustancias ilegales.

La denuncia penal interpuesta por la policía contra el conductor es severa, ya que combina dos delitos claramente tipificados en el código penal: conducción temeraria y conducción bajo la influencia de drogas. Ambos cargos podrían traducirse en penas importantes, que van desde cuantiosas multas hasta la retirada del carnet de conducir por un largo periodo e incluso posibles penas de prisión.

Un problema recurrente en Catalunya

Este suceso no es, desgraciadamente, un hecho aislado en las carreteras catalanas. Según datos facilitados por las autoridades, los controles policiales realizados en las autopistas y vías rápidas del territorio han detectado en los últimos meses numerosos casos similares de conducción imprudente y bajo efectos de drogas o alcohol.

Dos agentes de policía de espaldas observando una carretera vacía.
Montaje con una imagen de dos agentes de los Mossos d'Esquadra en una carretera | Google Maps, ACN, XCatalunya

De hecho, las cifras indican que estas infracciones han experimentado un preocupante aumento respecto a años anteriores.

Los expertos en seguridad vial advierten continuamente del riesgo añadido que supone el consumo de drogas al volante, ya que estas sustancias reducen la capacidad de reacción del conductor, alteran su percepción del entorno y multiplican exponencialmente las probabilidades de provocar un accidente grave.