Domingo de caos en las carreteras catalanas con colas kilométricas. Los conductores vivieron ayer una jornada especialmente complicada al encontrarse con importantes retenciones en vías principales debido a varios incidentes de tráfico que han alterado considerablemente el flujo habitual del fin de semana. La situación se complicó especialmente en una carretera muy transitada en dirección hacia la capital catalana, generando un malestar generalizado entre los usuarios atrapados en el tráfico durante horas.
Congestión extrema en la C-16
El incidente más llamativo se produjo en la tarde del domingo en la carretera C-16, una de las principales vías de acceso a Barcelona desde el norte de Catalunya. Según los datos verificados facilitados por el Servei Català de Trànsit, la vía acumuló retenciones de hasta 22 kilómetros entre las localidades de Berga y Bagà, en la comarca del Berguedà.
La circulación quedó prácticamente paralizada en sentido sur hacia Barcelona, donde muchos conductores regresaban después de un fin de semana fuera de la ciudad. Las largas colas se iniciaron a primera hora de la tarde y se prolongaron hasta bien entrada la noche. La situación se agravó cuando las autoridades del Servei Català de Trànsit decidieron cerrar temporalmente varios accesos a la carretera para intentar aliviar la congestión, aunque con escaso éxito.
La medida más destacada tomada por el Servei Català de Trànsit fue cerrar momentáneamente algunos accesos importantes, desviando vehículos hacia rutas alternativas que también se colapsaron rápidamente, multiplicando así los problemas de movilidad en la región.
Causas del colapso
El origen de las retenciones masivas, según fuentes oficiales, estaría vinculado al elevado volumen de vehículos desplazándose al mismo tiempo en dirección a Barcelona. Este escenario es habitual los domingos por la tarde, pero la magnitud alcanzada en esta ocasión ha sido especialmente llamativa y preocupante.
Además, el problema se vio agravado por la coincidencia de otra incidencia ocurrida en paralelo en la autopista AP-7, donde un camión averiado en Gelida obligó a cerrar un carril en dirección norte. Esto generó también una congestión notable, con retenciones que llegaron hasta Olèrdola, en la comarca del Alt Penedès.
Alternativas
Miles de conductores han manifestado su malestar por la situación, tanto a través de redes sociales como en medios de comunicación.
Algunos usuarios denunciaban haber estado atrapados hasta cuatro horas en el interior de sus vehículos, mientras otros criticaban la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades responsables.
En redes sociales, numerosos afectados expresaron su indignación, compartiendo imágenes impactantes del embotellamiento y reclamando medidas urgentes que eviten que se repita una situación similar en próximos fines de semana o festivos. El Servei Català de Trànsit anuncia que hay alternativas como la N-340 o la C-32, esta última de peaje.