Un trágico accidente de tráfico conmocionó ayer por la noche a los vecinos de una localidad catalana, sumando una víctima más a las preocupantes estadísticas de mortalidad vial de este 2025. La situación se agravó aún más al conocerse que la responsable del vehículo implicado conducía bajo la influencia del alcohol.
Una noche fatal en la TP-2125
Los hechos ocurrieron el pasado viernes por la noche, cuando los servicios de emergencias recibieron el aviso sobre un grave siniestro en una carretera comarcal muy transitada, la TP-2125, cerca del kilómetro 7,5. El vehículo implicado había sufrido una salida de vía, impactando violentamente contra el arcén, en una zona próxima a un polígono industrial conocido como L'Empalme.
Según informaciones verificadas con fuentes oficiales, el accidente ocurrió alrededor de las 20:21 horas. Dentro del turismo viajaban dos personas: un hombre de 30 años que ocupaba el asiento del copiloto y la conductora, una mujer de 33 años. Como resultado de la fuerte colisión, el acompañante falleció prácticamente en el acto debido a la gravedad de las lesiones.
Detenida por conducir ebria
Tras la intervención de las fuerzas de seguridad, la conductora, que resultó herida con carácter menos grave, fue sometida a pruebas de alcoholemia por los Mossos d’Esquadra. El resultado arrojó datos alarmantes que llevaron inmediatamente a su detención, acusada de homicidio por imprudencia grave y delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol.
Las autoridades activaron rápidamente un amplio dispositivo de emergencia en el lugar del siniestro. Participaron hasta diez patrullas de Mossos d’Esquadra.
También cuatro dotaciones de los Bombers de la Generalitat y dos ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), que se desplazaron al lugar para asistir a los afectados e intentar salvar la vida de la víctima mortal, aunque lamentablemente sin éxito.
Estadísticas preocupantes
Este accidente eleva a 45 el número total de personas fallecidas en las carreteras catalanas desde el inicio del año 2025, generando alarma entre las autoridades de tráfico. La cifra subraya la necesidad de incrementar los controles de alcohol y drogas al volante, además de concienciar a los conductores sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias antes de ponerse al volante.