Froilán, nieto del rey emérito Juan Carlos I, sigue siendo una fuente constante de controversias. Durante su estancia en Madrid, Froilán protagonizó numerosos escándalos que hicieron tambalear la imagen de la Casa Real.
Por ejemplo, él no estuvo directamente involucrado, pero sí gente de su entorno tuvo protagonismo en una pelea con armas blancas en el barrio de Salamanca. También frecuentó un after un after ilegal donde se encontraron drogas, aunque no se la encontraron directamente a él.. Estos episodios fueron la gota que colmó el vaso y terminaron con paciencia de su madre, la infanta Elena, y de sus tíos, el rey Felipe VI y la reina Letizia Ortiz.
La Casa Real distancia a Froilán para mantener intacta la imagen de la Corona
En un intento por distanciarlo de la atención mediática y los problemas en España, Juan Carlos I decidió enviarlo a los Emiratos Árabes Unidos. En este exilio dorado, Froilán fue alojado en un lujoso apartamento y se le consiguió un empleo bien remunerado. Sin embargo, parece que el joven aristócrata no ha cambiado sus hábitos.
Pero eso sí, se le ha encontrado un trabajo muy bien remunerado de 7.500 euros al mes para que Froilán pueda sufragar sus gastos y, posteriormente, pueda derrocharlos en eventos y fiestas privadas cuando regresa a España.
Su vuelta a España y sus derroches en vacaciones de lujo y fiesta
Recientemente, Froilán ha regresado a España y ha vuelto a las andadas. Este verano, su destino favorito ha sido Ibiza, donde ha derrochado grandes sumas de dinero en fiestas privadas y alquileres de lujo. Se le ha visto alquilando embarcaciones y mansiones exclusivas que pueden costar hasta 6.000 euros por noche.
Estas extravagancias han sido financiadas con los 7.500 euros mensuales que ganaba en su trabajo en los Emiratos Árabes Unidos, además del dinero proporcionado por su madre y su abuelo.
La vida de excesos de Froilán contrasta fuertemente con los valores que la Casa Real intenta proyectar. A pesar de los esfuerzos de Felipe VI y Letizia Ortiz por mantener una imagen de austeridad y compromiso, las acciones de Froilán siguen poniendo en jaque a la familia real. Cada regreso a España está marcado por nuevas controversias y la falta de un cambio real en su comportamiento genera preocupación.
Las vacaciones de lujo de Froilán en Ibiza demuestran que los intentos de alejarlo de los problemas en España no han sido suficientes para reformar su comportamiento.Su estilo de vida no parece alinearse con las expectativas de responsabilidad y moderación que se esperan de un miembro de la familia real.